La protección de hábitat del jaguar en el Gran Paisaje Chaco-Pantanal, que impulsan la Fundación Nativa y la revista Nómadas, ganó el concurso que promueve la plataforma ambiental Piensa Verde.

La campaña de recaudación de fondos en favor de los bosques, especies y áreas protegidas de Bolivia alcanzó los 170.900 bolivianos, monto que se invertirá en el proyecto que se propusieron llevar adelante la alianza Nativa-Nómadas con el designio de preservar el hábitat del jaguar, que está amenazado por varios factores, entre ellos los incendios, y la deforestación.

El Gran Paisaje Chaco-Pantanal, en Bolivia, es un territorio de más de 12 millones de hectáreas que conecta ecorregiones vulnerables como el Chaco, el Pantanal y la Chiquitanía. Este universo verde alberga una rica biodiversidad, incluyendo al jaguar, y es hogar de pueblos indígenas amenazados por la deforestación y los incendios forestales. Para conservar este territorio único en el mundo, proteger al jaguar y combatir a los enemigos de las comunidades ancestrales, Nativa y Nómadas plantean acciones estratégicas basadas en la concientización, capacitación a comunidades locales, producción de crónicas periodísticas contra los delitos ambientales y consolidación de redes colaborativas a distintos niveles que contribuyan a proteger el pulmón boliviano.

Problema

La deforestación y la fragmentación, es decir reducción de la superficie de vegetación, generan aislamiento de los fragmentos que aún persisten, pérdida de calidad de los hábitats. Y también pérdida total de los ecosistemas y toda la riqueza/patrimonio natural que contiene.

Bolivia está entre los tres primeros países deforestadores en el mundo, el 79 por ciento de la deforestación de Bolivia ocurre en Santa Cruz, lugar donde se concentra el Gran Paisaje Chaco- Pantanal en mejor estado de conservación.

Entre 1985 y 2022, Santa Cruz ha perdido 6,2 millones de hectáreas (diferentes tipos de vegetación), con ellas el hogar de la biodiversidad y del gran jaguar. Con una tasa de pérdida anual de 350 mil hectáreas por año.

Los datos muestran que la deforestación no para: comparando la de 2022 con la de 2021 se constata que se ha incrementado en un 32 por ciento, (400 mil hectáreas/año). La pérdida es significativa, ya que se trata de bosque primario, es decir, bosque que antes no había sido afectado.

En ese contexto, el proyecto promueve la conservación del Gran Paisaje Chaco – Pantanal, a través la consolidación de redes colaborativas que impulsen la conservación de la biodiversidad, generando conciencia, capacidades locales a distintos niveles que permitan hacer frente a las principales amenazas como son los incendios forestales, que ponen en riesgo el área de vida de poblaciones locales y el hábitat de una vasta biodiversidad con especies vulnerables como el jaguar. Y a través de estas acciones se trabajará en la concientización sobre la interdependencia que existe entre la naturaleza y el bienestar humano, incluyendo el bienestar económico.