La situación en Gaza sigue evolucionando rápidamente, y se espera que los esfuerzos diplomáticos se intensifiquen para lograr una solución sostenible

La Franja de Gaza ha experimentado un devastador saldo de víctimas desde el inicio de la guerra con Israel el 7 de octubre. Según las últimas cifras del Ministerio de Salud de Hamás, el número de fallecidos ha alcanzado la alarmante cifra de 30,320 personas.

Mientras que en las últimas 24 horas, 92 individuos perdieron la vida, de acuerdo con el reporte del Ministerio de Salud de Gaza, entidad que opera en el territorio palestino bajo el gobierno de Hamás.

Además, la situación se torna aún más crítica al conocerse que 71,533 personas han resultado heridas desde el inicio de este conflicto, según la información proporcionada por Hamás.

Estos datos reflejan la magnitud de la crisis humanitaria que se vive en la región, con un impacto directo en la población civil.

Sigue la profunda precoupación

La comunidad internacional ha expresado su profunda preocupación ante la escalada de violencia y ha instado a un cese inmediato de las hostilidades, así como a la búsqueda de soluciones pacíficas que resguarden la vida y el bienestar de los ciudadanos atrapados en medio de este conflicto.

La situación en Gaza sigue evolucionando rápidamente, y se espera que los esfuerzos diplomáticos se intensifiquen para lograr una solución sostenible que brinde alivio a la población afectada y ponga fin a la espiral de violencia que ha dejado un impacto devastador en la región.

 

Advertencia de Inminente Hambruna en el Norte de Gaza

En una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas este martes, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), agencia especializada de la ONU, emitió una alarmante advertencia sobre la inminente amenaza de hambruna en el norte de Gaza. La región, sumida en el conflicto entre Israel y el grupo militante palestino Hamás, se enfrenta a una situación crítica que requiere intervención inmediata.

El director ejecutivo adjunto del PMA, Carl Skau, destacó la urgencia de la situación al declarar: «Si no se produce un cambio significativo, una hambruna es inminente en el norte de Gaza». Skau enfatizó la gravedad del problema y la necesidad de acciones concretas para evitar una catástrofe humanitaria en la zona.

Ramesh Rajasingham, representante de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), respaldó esta preocupante evaluación al afirmar que la hambruna generalizada en la región era «casi inevitable».

Se destacó que ninguna organización humanitaria ha logrado proporcionar asistencia desde el 23 de enero, exacerbando la crisis y dejando a la población vulnerable sin acceso a alimentos y recursos esenciales.