Multitudes de personas salieron a las calles de Roma el sábado para pedir la paz en Ucrania. Los manifestantes también exigieron que el gobierno italiano deje de proporcionar armas a Kiev y se comprometa diplomáticamente con Rusia.
A la manifestación asistieron decenas de miles de personas, incluidos miembros de sindicatos y asociaciones católicas, estudiantes y una variedad de otros activistas.
Llevaban banderas de arcoíris con las palabras «paz» y «no violencia.” Otros lemas escuchados y vistos durante la manifestación incluyeron “Armas abajo, salarios arriba,” “Basta de armas a Ucrania,» y «No queremos la guerra. Sin armas, sin sanciones. ¿Dónde está la diplomacia?”
El ex primer ministro italiano y líder del partido Cinco Estrellas, Giuseppe Conte, que asistió a la manifestación, cuestionó el enfoque del gobierno recientemente juramentado para la resolución de conflictos en el país de Europa del Este.
“Ucrania ahora está completamente armada: necesitamos un gran avance hacia un alto el fuego y negociaciones de paz.”, dijo, y agregó que el actual “la estrategia solo conduce a una escalada.”
El Financial Times citó a un manifestante diciendo: “Estoy absolutamente en contra de enviar nuevas armas a Ucrania. Hoy la gente quiere la paz con las armas. es inconcebible. Ucrania tiene derecho a defenderse, pero necesitamos una gran iniciativa de la ONU para la paz.”
Otro manifestante lamentó que “enviar armas no ayuda a detener una guerra, las armas ayudan a alimentar una guerra.”
Mientras tanto, por las mismas fechas se realizó una contraprotesta en la ciudad de Milán, organizada por el líder del partido centrista Azione, Carlo Calenda, con el apoyo de la comunidad ucraniana de Italia. Cientos de activistas participaron en la reunión y cuestionaron si los manifestantes en Roma eran realmente “pro-paz,” o de hecho “pro-Putin.Argumentaron que “los que piden la paz pero también el desarme de Ucrania piden la rendición de Ucrania.”
Giorgia Meloni, quien se convirtió en primera ministra italiana a fines del mes pasado, es conocida como una firme partidaria de Kiev. Sin embargo, enfrenta una creciente oposición en medio de una inflación acelerada y otros problemas económicos en el país, todos los cuales se cree que se derivan del conflicto militar en curso.
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