Preservar la soberanía monetaria, contener la inflación, fortalecer las Reservas Internacionales Netas (RIN) mediante la compra de oro en el mercado interno y su posterior refinación en el exterior, y apoyar el desarrollo económico y social mediante el financiamiento a Empresas Públicas Nacionales Estratégicas y al sector público, señala el boletín institucional del Banco Central de Bolivia (BCB).
La información fue brindada en su Rendición de Cuentas, en donde indica que se fortalecerá las Reservas Internacionales Netas (RIN); sin embargo, no brinda el dato de la misma en su boletín institucional.
Esa intención del BCB provocó que las RIN bajen a la fecha, de 15.000 millones de dólares en 2014 a menos de 2.000 millones en 2024 y la tendencia es continuar la misma, debido a que a la fecha la caída de los ingresos por la venta de hidrocarburos no fue reemplazada por otra actividad económica. Sin embargo, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas asegura que al primer trimestre de 2025 alcanza a 2.300 millones, pero no da más detalle.
Para recordar la venta de gas natural a mercados de Argentina y Brasil generaban alrededor de 6.000 millones de dólares en 2014, pero en los últimos años se observó que la cifra fue cayendo, en 2024 la misma habría sido menos de 2.000 millones.
Lineamientos
El presidente a.i. del ente emisor, Edwin Rojas Ulo, presentó ayer la Rendición Pública de Cuentas Inicial 2025 que define los lineamientos estratégicos para apoyar el desarrollo de la economía nacional, según la nota oficial del BCB.
Durante este acto, se expusieron los principales resultados alcanzados en la gestión 2024, así como los objetivos macroeconómicos y administrativos definidos para el presente año.
En su intervención, el presidente a.i. del BCB explicó que el entorno económico de 2024 fue especialmente adverso, impactado por severas sequías, incendios forestales, una creciente conflictividad social y la paralización en la aprobación de créditos por parte de la Asamblea Legislativa.
En cuanto al contexto externo, subrayó que la elevada inflación en países vecinos impulsó la demanda de productos bolivianos en economías limítrofes, afectando la oferta interna. A esto se sumaron las altas tasas de interés internacionales, que encarecieron el servicio de la deuda externa y los conflictos geopolíticos, que continuaron presionando al alza los precios de insumos y bienes finales.
Sin embargo, la nota no menciona que la falta de dólares en el BCB para proveer la divisa estadounidense a las entidades financieras, provocó el nacimiento del mercado paralelo, a un valor por encima del oficial. A la fecha está por encima de 13 bolivianos.
Respecto a los desafíos del 2025, Rojas se refirió al entorno externo caracterizado por el giro que experimenta la economía global hacia el proteccionismo comercial liderado por Estados Unidos y sus consecuencias en las relaciones comerciales de ese país con el resto del mundo.
En el plano interno, mencionó que, en lo que va del presente año, Bolivia fue afectada por inundaciones de magnitud “las más intensas en más de 40 años” que motivaron la declaración de emergencia nacional. En ese marco, persisten los riesgos asociados a la no aprobación de créditos externos, conflictos sociales prolongados vinculados al proceso electoral y la disminución en la producción de hidrocarburos, como consecuencia de la limitada inversión en exploración, detalla el boletín institucional.
Frente a ese panorama, el BCB definió sus lineamientos estratégicos para 2025: “preservar la soberanía monetaria, contener la inflación, fortalecer las RIN mediante la compra de oro en el mercado interno y su posterior refinación en el exterior, y apoyar el desarrollo económico y social mediante el financiamiento a Empresas Públicas Nacionales Estratégicas y al sector público. También se continuará con la modernización del sistema de pagos nacional”, sostiene.
El boletín institucional no menciona la gestión de la deuda externa, que aumentó considerablemente desde 2005 a la fecha, tampoco la emisión monetaria, que de acuerdo a economistas estaría por encima del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), así como el volumen de las reservas de oro actualmente.