La PAU, ubicada en la localidad cochabambina de Bulo Bulo, llega con urea de alta calidad a los mercados Argentina, Brasil, además tiene demandas desde Paraguay, Brasil, Argentina y países de Europa.
Ante la creciente demanda mundial de urea, la segunda planta de producción de este fertilizante es uno de los megaproyectos de industrialización que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) comenzará este año con la realización de los estudios y diseños de ingeniería. Se proyecta que en 20 años consumirá 1 trillón de pies cúbicos (TCF) de gas natural.
“Tenemos como meta la construcción de la segunda planta de urea, estamos analizando los pormenores (…). Apuntamos a que tenga el doble de la capacidad que tiene la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) y convertir a Bolivia en un hub (concentrador) de fertilizantes”, informó este jueves el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, citado en un boletín.
La PAU, ubicada en la localidad cochabambina de Bulo Bulo, llega con urea de alta calidad a los mercados Argentina, Brasil, además tiene demandas desde Paraguay, Brasil, Argentina y países de Europa.
“Un ejemplo de la demanda y la oportunidad, es que tenemos a Brasil, que es un monstruo de consumo. Existe una amplia demanda de mercado, ya que 10 plantas de urea, como la PAU, abastecerían solo al estado de Mato Grosso”, precisó.
En Brasil, la urea boliviana puede generar ventaja competitiva por tema logístico, puesto que este país es cercano a Bolivia; mientras que la urea de otros continentes, que llega allí, tiene costos logísticos muy altos.
La urea, además de demostrar el éxito de la industrialización, es un ejemplo claro de seguridad alimentaria.
“La urea como fertilizante nos garantiza alimentos y no solo para Bolivia, sino para la región, por eso iniciamos, esta gestión, con la ingeniería para la construcción de la segunda planta y ser proveedores de la región”, enfatizó.
Consumo
El prestigio de la urea boliviana, además de trascender fronteras, se posiciona en Bolivia con datos sobresalientes. El producto nacional redujo en 99% las importaciones del fertilizante en el mercado interno, aportando a la producción del agro en el país.
Ante ello, la segunda planta de urea es una necesidad y este proyecto formará parte de un Complejo Integral de Petroquímica. A la fecha, se gestiona la contratación del estudio de Ingeniería PRE-FEED.
“En la gestión 2022, la Gerencia de Ingeniería, Proyectos e Infraestructura de YPFB realizó el estudio de ingeniería conceptual para esta segunda planta de Urea. Tenemos una alta demanda del fertilizante, en el país como fuera de él, por lo que seguiremos industrializando el gas para ofrecer nuestra urea al mundo”, precisó Dorgathen.
Para comenzar este proyecto, se tiene previsto licitar el estudio durante esta gestión. El costo de la etapa de preinversión es de $us 1,29 millones, de los cuales se ejecutarán $us 1,11 millones, durante este año.
De acuerdo con Dorgathen, se prevé que esta segunda planta de urea consuma 1 TCF de gas en 20 años; en esa línea, la estatal petrolera desarrolla el plan exploratorio para una mayor producción del energético.
“La industrialización del gas es un éxito que genera empleo, desarrollo y sigue avanzando para darle valor agregado a nuestros recursos naturales en bien de la economía de todos los bolivianos”, resaltó.