Un nuevo estudio científico descubrió una nueva especie de nenúfar gigante, bautizada como Victoria boliviana, en honor a Bolivia, donde crece, y que había estado a la vista durante 177 años bajo el nombre de otra especie.
La nueva especie se ha cultivado a partir de semillas
La enorme planta estaba registrada en los archivos del Real Jardín Botánico de Kew, en Londres, y crecía en varias colecciones acuáticas de los jardínes, pero había sido identificada erróneamente como otra especie.
Ahora, un nuevo estudio científico ha revelado que en realidad se trata de una nueva especie. Además, esta planta, que crece en una única cuenca hidrográfica en parte del sistema fluvial del Amazonas, sostenta el récord de ser el mayor nenúfar del mundo, con hojas de más de 3 metros de ancho.
«Totalmente diferente»
El botánico Carlos Magdalena, uno de los mayores expertos en nenúfares del mundo, sospechaba desde hacía tiempo que la planta era diferente de las otras dos especies gigantes conocidas, Victoria amazónica y Victoria cruziana.
«Pude acceder a las flores y, además, al observar las hojas, pude, como ilustradora, destacar las diferencias que veía», comentó la ilustradora.
«Y de hecho, mientras dibujaba esas diferencias, estas se hicieron aún más fuertes en mi mente y encontré nuevas formas de distinguirlas».
«Quizá sea subjetivo, pero de las tres especies creo que (la nueva) tiene una de las flores más bonitas», agregó.
El Real Jardín Botánico de Kew tiene una larga tradición cultivando estas plantas: la Casa de los Nenúfares se construyó en 1852 para exhibir sus colecciones.
Los nenúfares gigantes -descubiertos en el siglo XIX- fueron una maravilla natural de la época, y el género recibió el nombre de la reina Victoria de Inglaterra. Con la nueva especie descubierta ahora existen tres especies de este tipo.
El nuevo descubrimiento demuestra que los nenúfares siguen deparando algunas sorpresas y los científicos afirman que aún queda mucho por aprender sobre ellos.
«Ninguna de las tres especies ha sido muy bien estudiada», explicó el científico Alex Monro, del Real Jardín Botánico de Kew.
«Todavía no sabemos cuántas poblaciones hay y cuánto varían en tamaño. No entendemos muy bien la biología de la polinización. No sabemos mucho sobre la dispersión de la especie: cómo se transmite de un lugar a otro».
«Así que todavía hay muchas incógnitas. Y creo que, como son tan grandes, tan obvias, la gente no ha pensado en estudiarlas con tanto detalle».