Usan bombeo solar de agua ante problemas de riego en Tacopaya

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A 147 km de Cercado, en la carretera hacia La Paz, en el municipio de Tacopaya,  en la región andina cochabambina, 13 familias de la comunidad Miro, usan una bomba solar de agua para enfrentar la sequía y las aguas salinas de vertientes contaminadas por el paso del agua por rocas calcáreas, que hacen difícil la producción agrícola y afectan las condiciones de salud de la población.

Miro se ubica en las serranías medias, altas y las laderas del río Tacopaya, entre los 3.100 y 3.500 m.s.n.m. Sus tierras cultivables tienen un alto grado de erosión en una región andina que aún depende de fuentes naturales de agua: lluvia, bofedales y vertientes, cuyas aguas son destinados para el consumo humano, animal y agrícola.

Efectos del cambio climático

En noviembre pasado, el viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Álvaro Mollinedo informó, que, en el altiplano y valles, 42 municipios, más de 297 comunidades y 30.000 familias fueron afectadas por las sequía y heladas, sumando una superficie de más de 21.000 hectáreas dañadas.

Por su parte, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senhami) informó que, el Fenómeno de la Niña, presente desde el año 2020 y previsto hasta marzo del año en curso, retrasó las lluvias y, por ende, las temporadas de siembra y de cosecha.

La sequía provoca severas dificultades. En  las gestiónes 2021-2022, Tacopaya fue afectada un 40%: “las vertientes y bofedales de la zona han mermado en agosto, cuando normalmente ocurría en los meses de octubre-noviembre”, señaló Franolic Huanca, director ejecutivo de la Mancomunidad de Municipios de la Región Andina.

Antes del proyecto de bombeo solar, las familias de Miro se proveían de agua salitrosa de vertientes ubicadas en serranías altas. El efecto de ese tipo de riego era perjudicial, enfermaba al ganado y dañaba seriamente los cultivos, sobrevivían únicamente sembradíos resistentes a altas cargas de sal: “El agua que teníamos era muy salina, no servía, las plantas se morían, solo la alfalfa sobrevivía”, relata Macedonio Colque.

El técnico de la Asociación Agroecología y Fe, Basilio Caspa, explicó que por las altas cargas de minerales “los suelos se empobrecían, quedando sin nutrientes y compactos como adobes”. A esto, se suma los efectos de la sequía y heladas que redujeron al 50 % la producción agrícola en el sector.

En Miro, la situación, en pequeña escala, se está revirtiendo gracias a la gestión de la Asociación Agroecología y Fe, la asesoría internacional el Programa de Expertos Senior (PUM), las agencias de cooperación de los Países Bajos (Fundación Hans Blankert, Wilde Ganzen, Fundación SAMAY), de Alemania (Misereor), y a la coordinación del Gobierno Autónomo Municipal de Tacopaya.

El sistema de riego solar.

El bombeo solar sirve para proveer de agua de riego, proveniente del río Tacopaya, a 6 hectáreas de cultivos en sistemas agroforestales, aledaños a la ladera del río, gestionados por las familias de Miro.

Paneles fotovoltaicos captan luz del sol y la convierten en energía capaz de bombear 2 litros de agua dulce por segundo, que se almacenan en reservorios circulares (86.000 litros de volumen), construidos por la comunidad, los cuales proveen de agua a los huertos agroforestales, por riego vía aspersión.

Esta tecnología de bombeo de agua permite reducir significativamente los costos energéticos, es autónoma, amigable con el medio ambiente y alcanza a sectores que carecen de cobertura en la red eléctrica. El municipio de Tacopaya tiene sol y agua de río todo el año, lo que hace óptimo y aprovechable al máximo la implementación de esta tecnología.

Una comunidad organizada

Son las 10 de la mañana y después de 4 horas de viaje desde Cochabamba, llevando material, llegan los técnicos a Miro. Lo primero que se observa son comunarios trabajando.

Son alrededor de 25 hombres de entre 15 y 55 años. En medio de risas y juegos, con una técnica muy eficiente, un grupo de jóvenes está desenredando el rollo de tubería para conectarlo al reservorio circular y expandir la red de riego para los huertos agroforestales en la ladera.

A unos metros, 4 adultos, todos pijchando (masticando) coca, están con sus azadones y picotas aplanando y despejando el espacio donde extenderán la red de tubos.

Un grupo de mujeres está pelando papas y picando verduras para la comida del mediodía, varios niños juegan, corretean y gritan llamando la atención de los visitantes.

Jorge Colque, que regresó del Chapare a residir nuevamente en su lugar de origen, dice “aquí me va mejor”. Tiene 50 años aproximadamente, de pelo canoso, dedicado a la tierra, con una expresión sonriente se acerca y explica que la comunidad está despierta desde muy temprano, primero trabajando su parcela y luego en las labores del nuevo sistema de riego, la conexión, la limpieza del reservorio, atender a los invitados y cosechar papa para enviar a Cochabamba.

Jorge y varios agricultores este año tuvieron una afectación del 50% de su producción por los fenómenos climáticos. Él podría haber sacado 10 cargas de papa, perdió 5, de las restantes guardó tres para consumo propio y envió solo 2 a su pareja que vende a Bs. 400.- cada carga, ella vive en Sacaba y ahí las comercializa.

Huertos familiares con sistema agroforestal

Los huertos inicialmente garantizan la alimentación familiar, el excedente lo comercializan.

“Anteriormente comprábamos papa en noviembre, ahora tenemos todo el año”, comenta Basilio Caspa, con la producción variada, Miro cuenta con la opción de tener una dieta más completa.

Cada familia tiene 2.000 metros cuadrados de terreno en las laderas del río. Donde antes había monocultivo, ahora hacen policultivos (5 a 6 cultivos en la misma parcela):  además que introdujeron variedades de plantas frutales, melíferas, medicinales y forestales nativas.

El bombeo de agua solar y la introducción de los huertos en sistemas agroforestales tienen prevista una mejora significativa en el nivel ingresos. Solo la producción de frutales, especialmente manzanas orgánicas, aportará por planta Bs 300, en 750 metros cuadrados de terreno entran 100 plantas, el total de ingresos sería de Bs 30.000, anual por familia.

Las hortalizas y otros cultivos que se producen en los huertos 2 a 3 veces por año, son destinados en 50% para el autoconsumo, el excedente en promedio suma Bs 1.500, en cada siembra, 3 cosechas al año, hace un total de Bs 4.500. Otro ingreso es la producción de miel que genera Bs 15.000 anual con 25 cajas o colmenas.

Existen varios retos que la comunidad debe afrontar. El primero es conseguir mercado para la producción orgánica que se irá incrementando, luego el manejo adecuado de esta tecnología solar, la adaptación de cultivos agroforestales diversos, donde antes había monocultivos. A pesar de los efectos negativos del calentamiento global, Miro, ahora tiene una alternativa para uso y aprovechamiento del agua, sin embargo, urge mejorar e incorporar técnicas para hacer frente a las heladas, al granizo y las riadas, para ello es necesario mayor presencia del estado y cooperación técnica y económica.

Las productos orgánicos provenientes de Miro son comercializados en Cercado cada primer sábado de mes, en la plaza Pío XII, frente al Seminario San Luis, acera norte, desde las 8:30 hasta las 14:00. Los números de contacto son 71412141 y 60709270 para coordinar pedidos.


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