El MAS, el frente político más grande del país, se desmorona. Esa afirmación corresponde a Fernando Untoja, analista político y líder de la agrupación AIRA, a raíz de la disputa interna desatada en el MAS, en medio de lo que otros analistas identifican como una campaña preelectoral interna anticipada.
Tras la masiva marcha realizada hace dos semanas, “en defensa de la democracia” y en apoyo al gobierno de Luis Arce, en la que también se quiso mostrar la “unidad” del MAS, dentro de esa organización política se desató una serie de disputas por el extravío del teléfono celular del presidente del MAS, Evo Morales, denuncias de corrupción en la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) y por la poca cobertura que da el canal estatal a las intervenciones Morales en actos públicos.
Esa disputa interna adquirió fuerza en los últimos días, luego de que Morales denunció, con base en información de militares “patriotas”, la existencia de un “plan negro” en su contra con el fin de desprestigiarlo, con una serie de actividades hasta el año electoral 2025, y lograr el objetivo “jilata presidente”.
Morales, con la información recibida, afirmó que el “plan negro” es promovido por el vicepresidente David Choquehuanca, los ministros de Defensa, Edmundo Novillo, y de Obras Públicas, Édgar Montaño, cuatro exministros y algunos jefes militares.
“Es una lucha casi tribal. La disputa va a continuar dentro del MAS, ya no es esa fuerza monolítica que había, tal vez ha sido la última marcha que han hecho (en agosto), que ha sido pagando a los asistentes. Se han juntado para mostrar que son fuertes, pero había sido más bien un anuncio para mostrarse de que están en plena disputa, en plena guerra entre ellos”, advirtió Untoja.
En criterio del analista político, el MAS no llegará a recuperar la fuerza que tenía debido a que la corrupción, denunciada al interior del gobierno, destruye al individuo, a las organizaciones sociales y también a las instituciones.
Otro de los factores que identificó Untoja sobre la mala situación interna del MAS es el rol del expresidente Morales en la actual coyuntura, en la que, según dijo, no le gusta que Arce, en su calidad de Presidente, tenga a disposición información, fuerzas de Inteligencia y de represión para “cierto control” sobre la gente y grupos radicales del MAS.Untoja apuntó que Morales quiere ser “el rey detrás del trono”, una situación que no puede darse en política, pese a que es ex presidente y líder de las seis federaciones de cocaleros del trópico de Cochabamba.
Al hacer una lectura política de lo que pasa en el país, Untoja explicó que las relaciones de fuerza llevan a un momento en el que el líder se derrumba, no tiene imagen o tiene una imagen completamente negativa, por lo que comienza a borrarse poco a poco.
También advirtió que Morales padece de una gran megalomanía, un trastorno de la personalidad por el que un individuo tiene ideas de grandeza, por lo que puede mentir, manipular o exagerar algunas situaciones o a las personas, con el objetivo de conseguir sus objetivos.
“Él (Morales) está llevando entonces a una descomposición del MAS y los militantes se van a ir revelando y van a ir compartiendo sus apoyos a la propia gente del gobierno de manera separada”, sostuvo.
Los analistas Luis Ruíz y Marcelo Arequipa señalaron a fines del mes pasado que las actividades políticas del MAS se constituyen en una campaña con miras a las elecciones de 2025, en la que hay una “puja” para obtener la candidatura. El expresidente Evo Morales hace política para ser el candidato en 2025, frente a potenciales postulantes como el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, señalaron.
“El problema, más que la oposición, creo que el presidente Arce lo tiene con el expresidente Morales porque no nos olvidemos que no termina de acabar una pugna por quién va a ser el candidato y no termina de comenzar para ver quién va a tener la dicha de, entre ellos, resultar el ganador para ser candidato 2025. En estas manifestaciones estamos viendo la puja por quién va a ser el candidato presidencial por el MAS”, afirmó Ruíz.
Por su lado, Arequipa sostuvo que la candidatura en el MAS no es un tema cerrado, sino que es un tema que está pendiente hasta que no se lleven a cabo las elecciones primarias internas.