Con heridas en el cuerpo y signos de agresión sexual, así acabó una mujer de 42 años. Los familiares peregrinaron para que atiendan a la víctima y denuncian que en dos hospitales negaron la atención creyendo que era indigente.
Con múltiples heridas en el rostro y su cuerpo, además con signos de haber sufrido una múltiple violación, así acabó una mujer de 42 años, luego de ser encontrada abandonada en un lote baldío y una precaria vivienda en el barrio Cordillera, zona del Plan 3.000.
La sobrina de la víctima, en contacto con EL DEBER, indicó que el vejamen se registró la madrugada del jueves, en el lote baldío donde ella solía refugiarse y que era de propiedad de su madre fallecida.
«Ella sufrió una violación múltiple, la han dejado muy herida, tiene cortes en el cuerpo y hasta le tumbaron los dientes», comentó la sobrina.
Señala que su tía no vive en la indigencia, sino que sufre de un problema mental de depresión desde hace 10 años. Cuando su madre falleció, su situación se agravó e incluso perdió su trabajo como maestra.
«Ella siempre se escapaba a ese lote baldío, donde hay una construcción precaria. Cuando desaparecía, la encontrábamos ahí y la volvíamos a llevar a la casa. Creemos que estando en ese lote se siente cerca de su madre fallecida», indica.
Los médicos informaron que la mujer fue víctima de violación grupal, tiene fracturas en la mano, la nariz y el paladar hundido. Actualmente, se encuentra recibiendo atención médica en el hospital Los Pocitos. Según la familia, en primera instancia los médicos de dicho nosocomio se negaban a atenderla creyendo que se trataba de una persona indigente.
«La llevaron primero al hospital Los Pocitos, donde no querían recibirla, de ahí la llevamos al San Juan de Dios donde tampoco la atendieron y nuevamente nos derivaron a Los Pocitos. Creían que era indigente porque no teníamos en ese momento su carné de identidad, y por presión de la gente y de la prensa, recién la atendieron», comentó la sobrina.
Los familiares de la víctima tomaron conocimiento del hecho a las 10:00 del jueves, por los vecinos y aguardan que la Policía dé con los autores.
«Sabemos que son varias personas, se sospecha de un hombre vecino del lote baldío, pero nadie quiere hablar. Una vecina dijo que escuchó unos gritos por la madrugada, pero creyó que era una niña, cuando me dijo eso quedé fría. Tampoco hicieron nada para ayudarla», lamentó la pariente de la mujer agredida.