Un grupo de científicos japoneses desarrolla una prometedora vacuna experimental contra el Alzheimer

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La vacuna no solo redujo la inflamación cerebral en los ratones afectados, sino que mejoró también su comportamiento

Un grupo de científicos japoneses puede estar cerca de hacer un descubrimiento monumental: una vacuna capaz de retrasar la progresión del Alzheimer. En una investigación preliminar publicada esta semana, estos investigadores han demostrado cómo su vacuna parecía reducir la inflamación y otros biomarcadores importantes en el cerebro de ratones con una enfermedad muy similar al Alzheimer. Sin embargo, serán necesarias más investigaciones antes de que la vacuna pueda ser testada en humanos. Esta vacuna experimental está siendo desarrollada por científicos de la universidad japonesa Juntendo.

El objetivo de los investigadores ha sido entrenar al sistema inmunitario para que persiga a ciertas células senescentes, unas células envejecidas que ya no se dividen para crear más células, sino que se quedan en el cuerpo. Estas células no son necesariamente dañinas y algunas juegan un papel vital en la cicatrización y en otras funciones vitales. Pero también se han visto relacionadas con varias enfermedades relacionadas con la edad, como por ejemplo el Alzheimer. Esta vacuna se dirige específicamente a las células senescentes que producen altos niveles de una cosa llamada glicoproteína asociada a la senescencia (SAGP). Otras investigaciones sugieren que las personas con Alzheimer tienden a tener sus cerebros repletos de estas células en particular.

El equipo probó su vacuna en una serie de ratones que habían sido criados para que sus cerebros desarrollasen el mismo tipo de destrucción gradual que se observa en humanos con Alzheimer. Se cree que este daño se ve alimentado por la acumulación de una forma mal plegada de la proteína amiloide-beta. Durante la investigación, los ratones fueron divididos en dos grupos, y solo uno de ellos estuvo recibiendo la vacuna real.

El equipo encontró menos depósitos de amiloide junto con niveles más bajos de células con SAGP en los cerebros de los ratones vacunados. Además, también se produjo una reducción en la inflamación del cerebro y los ratones parecían comportarse con más normalidad que los ratones del grupo de control. Por ejemplo, estos especímenes mostraron más ansiedad a medida que envejecían, un rasgo que tiende a perderse en las personas con Alzheimer avanzado. También mostraron más conciencia de su entorno durante las pruebas en laberintos.

Los hallazgos fueron presentados este fin de semana en las Sesiones Científicas de Ciencias Cardiovasculares Básicas de la Asociación Estadounidense del Corazón. Eso significa que esta investigación aún no ha tenido una revisión formal por pares, por lo que hay que tener algo de precaución con este descubrimiento. Pero eso sí, la vacuna parece haber cumplido con varios criterios importantes que muchos intentos anteriores de vacunas no habían llegado a alcanzar.

“Estudios anteriores que habían utilizado diferentes vacunas para tratar el Alzheimer en ratones han tenido éxito en la reducción de los depósitos de placa amiloide y en los factores inflamatorios, sin embargo, lo que hace que nuestro estudio sea diferente es que nuestra vacuna SAGP también alteró el comportamiento de estos ratones a mejor”, dijo el autor principal del estudio, Chieh-Lun Hsiao, estudiante postdoctoral del departamento de biología y medicina cardiovascular de la Universidad de Juntendo, en un comunicado.

Por supuesto, los estudios en ratones son solo el comienzo antes de que un fármaco o vacuna experimental se muestre funcional. Serán necesarios más estudios para validar los resultados y para poder probar con seguridad esta vacuna en humanos antes de poder pasar ya a los ensayos a gran escala.

Aunque con modestos resultados, últimamente ha habido varios éxitos recientes en el tratamiento del Alzheimer, y otros candidatos experimentales —vacunas incluidas— ya se encuentran en fase de ensayos clínicos. Con un poco de suerte, estas nuevas terapias podrían algún día evitar que el Alzheimer sea una sentencia de muerte incurable como ocurre actualmente.


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