Hasta el momento, y algo que sorprendió, es que el único futbolista que por ahora repudió el accionar del país es el arquero Alireza Beiranvand.
El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani fue condenado a muerte por el Gobierno de su país tras participar en las protestas que tuvieron lugar en los últimos meses por la falta de derechos para las mujeres.
La noticia mereció el inmediato repudio del Sindicato de Futbolistas (FIFPRO), que tiene 65 mil representados y se compone de 66 sindicatos a nivel mundial.
“FIFPRO está conmocionada y asqueada por las informaciones de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”, señaló el sindicato en un comunicado.
El delito del que se lo acusó al exfutbolista del Rah-Ahan, de 26 años, fue de «estar enemistado con Dios» al ser detectado como uno de los participantes de las protestas y será ejecutado con un ahorcamiento público, indicó la agencia alemana de noticias DPA.
A lo largo del Mundial de Qatar, el plantel de Irán se manifestó en apoyo al pueblo iraní y a las protestas, en lo que fue visto como un desafío por parte del Gobierno de la República Islámica.
Las protestas
Hasta el momento, y algo que sorprendió, es que el único futbolista que por ahora repudió el accionar del país es el arquero Alireza Beiranvand, quién pidió en sus redes sociales que las penas fuesen revocadas.
Este lunes el Régimen iraní ejecutó al segundo ciudadano que participó de las protestas. Según informaron Majidreza Rahnavard de 23 años fue sentenciado a la pena capital por matar a dos miembros de las fuerzas de seguridad y herir a cuatro personas.
El medio Mizan Online sostuvo que la ejecución ocurrió en público y no dentro de la prisión lo que sin dudas denostó un poder insaciable del Régimen ante las protestas a favor de las mujeres.