Un emprendedor tarijeño quiere producir aceite de las semillas de la uva

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La producción de este tipo de aceite es compleja. Se realiza normalmente en varias regiones de España, pero aun resultaba desconocida en Bolivia. ASUA es el primer emprendimiento en el país que ha podido emplear la semilla de uva de altura como materia prima.

ASUA es un emprendimiento tarijeño que se propone producir aceite de semilla de uva de altura. Esta propuesta fue elegida como una de las 15 finalistas del concurso de Emprende Ideas organizado por la Fundación Samuel Doria Medina Arana.

Roberto Ruiz Catoira es el creador del aceite de semilla de uva de altura en Bolivia. Defendió esta idea durante el proceso de elaboración de su tesis, la que presentó para titularse de la universidad como ingeniero industrial. Hoy es un emprendedor concentrado en encontrar la forma de usar los recursos de su región y abrir nuevas posibilidades para una economía que pasa por grandes dificultades.

La producción de este tipo de aceite es compleja. Se realiza normalmente en varias regiones de España, pero aun resultaba desconocida en Bolivia. ASUA es el primer emprendimiento en el país que ha podido emplear la semilla de uva de altura como materia prima.

La ventaja es que en el departamento de Tarija este insumo existe en gran cantidad: las semillas de uva son desechadas por los productores de vino y singani de la zona, que son numerosos. Además, como se sabe, existe una gran cantidad de hectáreas plantadas con vid.

A nivel internacional, el aceite de semilla de uva es reconocido por sus grandes propiedades nutricionales. Es rico en Omega 9, vitaminas y minerales. Sus consumidores obtienen beneficios culinarios, médicos y cosmetológicos.

Roberto Ruiz aun no tiene una producción continuada del aceite de semilla de uva porque no cuenta con la maquinaria necesaria para la extracción del producto. Cuando elaboró el producto, lo hizo gracias al apoyo de un emprendedor cochabambino, quien le prestó sus equipos.

Entretanto, ASUA se concentra en la elaboración de singani artesanal Bohemia 56. Esta marca ya cuenta con el registro del Senapi y es consumida habitualmente por el público tarijeño.

En caso de ganar el concurso, Roberto destinará los fondos para comprar el equipamiento necesario para la elaboración del aceite de semilla de uva de altura, a fin de garantizar una producción continua. De esta manera, espera contribuir a la diversificación de la economía regional. Un camino que luego podrían seguir los demás productores vitivinícolas.


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