Las autoridades de Sri Lanka repatriaron este fin de semana un elefante a Tailandia debido a los problemas de salud del paquidermo por no haber recibido los cuidados adecuados en el templo donde era usado en ceremonias.
Nak Surin, un elefante macho de 29 años regalado a Sri Lanka por Tailandia en 2001, partió el sábado en avión de Colombo y aterrizó este domingo en Chian Mai, en el norte tailandés, donde recibirá cuidados médicos, informó el Departamento de Conservación de Parques Naturales, Vida Salvaje y Plantas en Tailandia.
En un vídeo en vivo en su página de Facebook, el Departamento retransmitió hoy la llegada del elefante, también conocido como Muthu Raja, en el interior de una jaula en un avión de fabricación rusa Ilyushin Il-76.
En un comunicado, el ministro de Medio Ambiente tailandés, Warawut Silpa-archa, que fue personalmente a recibir al elefante en Chiang Mai, agradeció la ayuda de Sri Lanka para repatriar al elefante y destacó que este asunto ha despertado el interés de muchos tailandeses.
Nak Surin fue trasladado a un centro especial en la vecina provincia de Lampang, donde pasará 30 días en cuarentena.
Cuando el paquidermo fue donado hace más de 20 años, las autoridades srinlanquesas lo transfirieron al templo Kande Vihara, unos 79 kilómetros al sur de Colombo, donde era empleado para participar en ceremonias budistas.
En mayo del año pasado, las autoridades tailandesas recibieron quejas de la ONG Animal Rights & Environment (RAFE) debido a la mala salud del elefante e iniciaron los trámites para repatriar al animal.
Según agrupaciones de protección de los animales, unos tres mil elefantes salvajes viven en la actualidad en los bosques de Tailandia amenazados por la pérdida de hábitat y la actividad humana, frente a los 300.000 paquidermos que poblaban el país hace más de un siglo.
Se estima además una población similar de elefantes domésticos en el país del sureste de Asia, muchos de ellos utilizados en parques y espectáculos para turistas.
Antiguamente, miles de elefantes eran usados en la industria maderera, pero cuando la tala se prohibió en 1989 los paquidermos comenzaron a ser exhibidos en las calles para pedir limosna y utilizados en actividades lúdicas.