El futbolista español Pablo Marí está entre los heridos del atentado.
Luis Fernando Ruggieri era de origen boliviano, tenía 47 años y trabajaba como reponedor en el supermercado Carrefour en Assago, en la periferia de Milán (norte de Italia). Sin embargo, sus planes se vieron truncados cuando un italiano, identificado como Andrea Tombolini, ingresó a su trabajo este jueves y apuñaló a varias personas.
Ruggieri es la única víctima mortal y otras personas resultaron heridas, entre ellos el futbolista español del Monza, Pablo Marí.
Un portavoz de la cadena de supermercados confirmó a EFE la nacionalidad del fallecido y que murió mientras estaba siendo trasladado al hospital tras recibir una puñalada en el tórax.
El autor del hecho, un italiano de 46 años que sufría problemas mentales, tomó el cuchillo de un estante en el supermercado situado en el interior del centro comercial y comenzó a apuñalar a algunas personas -la mayoría hombres- hiriendo a cuatro de ellas, de entre 28 y 81 años, algunas de gravedad. Eran las 18:30.
Entre los heridos se encuentra el español Pablo Marí, defensa del equipo de fútbol del Monza, de la Serie A italiana, que recibió una puñalada en la espalda, mientras estaba con su esposa e hijo. El futbolista se encuentra fuera de peligro y será operado hoy para reducir las lesiones musculares, mientras que no se conoce el estado de los otros tres heridos que tuvieron que ser hospitalizados.
Sintió «envidia» al ver a «todos felices»
Ante el fiscal que lleva el caso, el atacante declaró que sintió «envidia», al ver «a toda esa gente feliz».
Según los medios, Tombolini fue detenido poco después del ataque por la policía gracias a la intervención del exjugador italiano Massimo Tarantino que consiguió inmovilizarlo hasta la llegada de la policía.
Los investigadores dieron a conocer que padecía graves trastornos psicológicos y estaba siendo tratado por problemas mentales en un hospital de la región.
Acorde con el fiscal encargado de la investigación, existe un «peligro real» de que Tombolini, que se encuentra actualmente internado en la sala de psiquiatría del hospital milanés de San Paolo, «cometa otros delitos graves del mismo tipo» por los que fue arrestado.
Por eso, decretó su internamiento de forma cautelar y está acusado de asesinato e intento de asesinato múltiple.
«No tenía que estar en la caja»
De pequeño Luis Fernando Ruggieri, que nació en Bolivia, fue adoptado por Federico Ruggeri y se crió en Italia.
Trabajó durante décadas en supermercados y llegó a Carrefour hace tres años. Él era reponedor, pero ese trágico día le tocó atender en las cajas, donde ocurrió el ataque.
«Fue una pena», explicó unas horas después Giovanna Fontana, excajera del Carrefour de Assago, ahora jubilada. Aguas minerales, esa era su área de especialización. “Pero a veces le pedían que ayudara en la caja, puede pasar”, agregó de acuerdo al reporte de milano.corriere.it.
Luis había estudiado en el liceo científico Piero Bottoni. Entonces, tomó la decisión de cursar Ingeniería Informática en el Politécnico, como estudiante trabajador. Sin embargo, no se graduó. Posteriormente, aprovechando el parón obligado del confinamiento, decidió retomar sus estudios universitarios, esta vez en ciencias biológicas.
“Era mi hijo, un buen chico, un trabajador, apuñalado por la espalda por un loco”, dijo su padre, Federico Ruggeri, al regresar a casa con la voz quebrada por las lágrimas. “Lo adopté de niño, siempre lo amé y él me amó con el alma ”. » Siempre ha tratado de superarse a sí mismo», agregó.