Los niveles de contaminación elevados afectan la salud de las personas al inhalar las partículas suspendidas en el aire con un impacto negativo en el sistema respiratorio.
Hace algunos días se midió una concentración de partículas en el aire, denominados aerosoles atmosféricos, mayor a la normal en lugares bajos como los Yungas paceños que es normalmente transportado a otras zonas, entre ellas la zona Andina, según el informe del laboratorio de Física.
Andrade informó que el lunes, en particular, se midieron los niveles más altos, que no son comunes en esta época del año.
“El humo no es reciente, en los Yungas hay quemas pequeñas lo que produce al final mucho humo en conjunto (…). El viento trae este humo a la ciudad de La Paz y el lunes ha sido un día excepcional en términos de concentración de partículas que hemos tenido en el aire de la ciudad», explicó.
De acuerdo al director de la UMSA, la época de quemas suele ser al terminar el invierno cuando los terrenos están secos, entre agosto y septiembre.
En tanto que, en noviembre, se registran las lluvias, sin embargo, este año la cantidad de precipitación ha sido muy baja, por lo cual, la tierra y el aire están secos.
“Si uno se mueve a los Yungas y hacia tierras bajas puede ver que todo está muy seco, una condición ideal para que los chaqueos se descontrolen y produzcan incendios generando una gran cantidad de humo”, explica Andrade.
Según la UMSA, los niveles de contaminación elevados tienen al menos dos consecuencias. La primera es que afectan la salud de las personas al inhalar las partículas suspendidas en el aire con un impacto negativo en el sistema respiratorio.
El uso del barbijo en espacios abiertos puede ayudar a reducir los efectos.
La segunda consecuencia es que los aerosoles producto de las quemas pueden inhibir procesos relacionados con la lluvia.