Pushilin acusó a Google de trabajar «abiertamente por orden de sus curadores en el gobierno estadounidense».
La vecina provincia separatista de Lugansk tomó la misma medida el jueves, según su líder rebelde local, Leonid Passechnik.
«La guerra no es solo misiles que llueven sobre nuestras ciudades, sino también por la nube de información falsa que nos envía Ucrania. Por desgracia, Google se ha convertido en su principal arma», acusó.
«Podemos prescindir de Google. Si mejoran, si empiezan a respetar a la gente, entonces nos plantearemos restaurar» el motor de búsqueda, añadió.
Donetsk y Lugansk se autoproclamaron repúblicas independientes en 2014 y ambas regiones conforman la cuenca minera del Donbás, parcialmente controlada por los separatistas prorrusos desde ese año y que concentra actualmente los combates entre fuerzas rusas y ucranianas.
Las autoridades separatistas prorrusas del este de Ucrania, al igual que Rusia, trataron de reforzar su control sobre la información desde que Moscú lanzó su ofensiva contra Ucrania el 24 de febrero.
Rusia adoptó nuevas leyes que castigan con penas de prisión la publicación de lo que las autoridades consideran «falsas informaciones» sobre el ejército o sus operaciones militares en el exterior.
Las autoridades rusas bloquearon el acceso a las redes sociales Instagram, Facebook y Twitter, y tomó acciones legales contra el gigante tecnológico Meta, al que acusó de propagar «llamados a matar» rusos.