La situación en Jujuy es crítica, al calor de la reforma parcial de la Constitución provincial y de las protestas contra esa medida. Mientras, el gobernador Gerardo Morales acusó el supuesto arribo de cuatro micros con gente boliviana para «generar más violencia».
La escalada de violencia en las calles de Jujuy, provincia situada en el norte de Argentino, ha sido la noticia que ganó gran parte de los espacios informativos en el país vecino. Todo se originó luego de la reforma parcial en la Constitución planteada por el gobernador jujeño, Gerardo Morales.
Ello ocasionó que organizaciones sociales y civiles, en general, salieran a las calles para protestar con contundencia. La provincia ha sido sinónimo de represión por parte de las fuerzas policiales.
Mientras tanto, el gobernador de Jujuy ha acusado un intento de «golpe» a su gestión, identificando a grupos afines al Gobierno central, presidido por Alberto Fernández, como los causantes del revuelo.
De paso, denunció públicamente que «gente infiltrada que llegó de Bolivia», presuntamente relacionada con el Frente de Todos (partido oficialista del Gobierno argentino), habría tenido la intención de levantar mayor violencia en esa provincia.
«Vinieron cuatro colectivos (micros) que no pudieron pasar (la frontera), a los que no los dejaron pasar, con gente de Bolivia (). Tiene que ver con gente que venia de Bolivia, contactos que tienen ellos, los del Frente de Todos, con sectores del MAS en Bolivia, para venir a violentar y para sumar todo un grupo de personas extrañas a la provincia de Jujuy, para generar hechos de violencia», indicó, indignado, Morales, en entrevista con el programa televisivo de La Nación, conducido por Viviana Canosa.
No obstante, Morales aclaró que tiene «controlada la ciudad y la situación».
«Tengo cada vez más fuerzas para restablece el orden, restablecer la paz», dijo. «No vamos a permitir que violenten a un pueblo que quiere la paz», agregó, para luego señalar que las movilizaciones responderían al pago de planes y dineros adicionales finanziados por el Gobierno de Fernández.
«Es gente que vino a comandar desde afuera (otras provincias) este clima de violencia».
Por su lado, Miguel Ángel Pichetto, de Juntos por el Cambio, también enfocó su acusación contra la figura de Evo.
«En Jujuy hay actividad insurreccional con presencia de infiltrados bolivianos que responden a Evo Morales y piqueteros de izquierda de todo el país. El gobierno nacional totalmente ausente. Argentina hacia el abismo», escribió en Twitter.
No es la primera vez que implican a grupos provenientes de nuestro país en situaciones de extremo conflicto. Ya pasó en Perú, cuando la presidenta Dina Boluarte apuntó directamente contra los ponchos rojos por, supuestamente, enviar municiones a esa nación.