Por el caso “Pica” que reveló que el jesuita Alfonso Pedrajas (Pica) ultrajó a unas 85 víctimas, la mayoría en Cochabamba, el Gobierno presentó un anteproyecto de ley para que los delitos de violación no prescriban.
“Nosotros no somos un basurero de violadores y aquí vamos a hacer respetar la ley y los derechos de nuestra niñez más allá de posiciones y creencias religiosas que las podemos tener”, afirmó la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, a tiempo de exponer el anteproyecto.
Las vejaciones cometidas por el sacerdote, fallecido en 2009, fueron protegidas por una red conocida como los “palaciegos” y las víctimas estuvieron silenciadas hasta que el periódico español El País dio a conocer que el depredador sexual dejó constancia de sus actos en su diario.
El caso “Pica” es investigado por el Ministerio Público y se estima que las víctimas son unas 85, la mayoría niños del internado del colegio Juan XXIII.
Sin embargo, esta investigación ha dado lugar a que se indaguen otros casos, como el de Luis Tó González, a quien Pedrajas menciona en su diario y que fue condenado por abusar de una niña de ocho años de edad en España, en la década de los 90. Fue destinado a Bolivia donde vivió hasta su muerte en abril de 2017.