La caída de las reservas es un fenómeno que afecta a todos los países de la región, y no es un problema propio de Bolivia.

“De acuerdo con las cifras oficiales de los bancos centrales de la región, para 2023, las Reservas Internacionales alcanzaron a 606.000 millones de dólares en Sudamérica”, señala el reporte.

Añade que, a diferencia de lo que se cree en Bolivia, todos los países de la región registraron caídas en sus reservas internacionales, medidas en relación su PIB.

Hay un impacto a escala internacional que tiene efecto directo en la región y que no es un problema que solo afecta a la eocnomía boliviana.

“Todos los países de la región tuvieron una baja en el ratio de Reservas Internacionales respecto al PIB”.

“Bolivia disminuyó al 9% la participación de las RIN sobre el PIB en el año 2022”, señala el reporte presentado por el IBCE.

También destaca que “Argentina y Bolivia tuvieron bruscas caídas, comparadas al 2022”.

Reservas

Los datos reflejan que después de la pandemia, año 2020, en el que las reservas del país alcanzaron su punto mas bajo de los últimos años, comenzó un ligero repunte.

Sin embargo, se frenó casi de golpe a raíz de la crisis económica y financiera mundial y los altos precios de los hidrocarburos que Bolivia importa y que, en lo interno, se subvencionan.

Sólo en 2022, el país importó combustibles por $us 4.700 millones, con una subvención que llega a $us 1.400 millones, casi el doble de lo calculado por las autoridades en el presupuesto general.

Este hecho, sin duda, tuvo un impacto negativo en las reservas internacionales netas del país.

Otro dato que llama la atención en el caso de Bolivia, es que ahora las exportaciones son mayores a las reservas internacionales, cuando por años fue al revés.

Igualmente, con relación a las importaciones, las cifras de las reservas están al filo del monto de los tres meses de importaciones que es lo mínimo que las normas establecen como parámetro.

“Entre los años 2007 y 2017, las Reservas Internacionales Netas de Bolivia sobrepasaban a las exportaciones”.

“Sin embargo, a partir del 2018 las ventas externas superaron a éstas, llegando a ser cuatro veces más, en 2022”, señala el informe del IBCE.

Por meses, en Bolivia, el estado de las reservas fue motivo de polémica entre el Gobierno y algunos sectores políticos y empresariales.

La oposición a la administración de Luis Arce intentó ligar la caída de las reservas internacionales a una supuesta crisis económica en Bolivia.

Debacle

Algunos opinadores incluso se animaron a decir que se venía una “debacle”.

Por su parte, algunos medios de comunicación también intentaron hacer ver que la caída de las reservas internacionales, así como otros problemas como una gran demanda de dólares, eran problemas solo de Bolivia.

Incluso que era una consecuencia de una mala administración del Gobierno central, pero las cifras muestran que nada de eso es verdad.

Se trata de un fenómeno mundial y, en este caso, con mucha más fuerza en el ámbito regional.

Pero en medio de estas malas noticias y de un ambiente adverso, hay algunos datos alentadores.

Por ejemplo, dos países comenzaron a recuperar la cantidad de sus reservas, lo que hace ver que el mal tiempo puede haber llegado a su fin y que una tendencia positiva se viene para todos.

En los dos primeros meses del 2023, por ejemplo, “se registraron aumentos significativos en las reservas internacionales de Brasil y Chile”, señala el reporte.