Antes de comprar debe tomar en cuenta varios aspectos. La especialista en salud pública, Dolly Montaño, explica cuáles son.
En los festejos por San Juan parte de la tradición manda comer chorizos. Algunos prefieren los choripanes, preparados a la parrilla, mientras que otros se quedan con los clásicos panchitos, es decir, chorizos previamente hervidos. En ambos casos, se los acompaña con pan y con mayonesa, mostaza y ketchup.
Ante una comida de fácil preparación, y con ingrediente estrella, es indispensable tener cuidado a la hora de comprar el chorizo en los puestos de ventas de la ciudad, para evitar cuadros de intoxicación y en algunos más severos, de envenenamiento. Para ello, consultamos a la especialista en salud pública, Dolly Montaño, para que pueda darnos consejos útiles y prácticos. Tome nota.
Activa los sentidos: Oler y mirar para poder identificar si el chorizo tiene buen aspecto y si no presenta un olor raro.
Olor: Debe tener un color rosáceo y en caso de llevar condimento, suelen ser más rojizos. Si presentan un tono oscuro y huele mal, mejor no comprar.
Mal aspecto: Si presenta textura gomosa.
Fecha de expiración: El producto no puede ser consumido si está vencido
La Alcaldía, todos los años, controla la venta de productos y si son aptos para el consumo
Procedencia: Debe tener el sello de garantía de la empresa que lo produce. En caso de no tener, se aconseja no comprarlo.
Preparación: Es indispensable el lavado de manos y el uso de utensilios desinfectados. A la hora de servir, usar guantes desechables.
Intoxicación: Si se trata de un cuadro leve, presenta vómitos y diarrea, los cuales deben desaparecer en un par de horas. Es aconsejable ingerir sueros de rehidratación oral (disponibles en farmacias) y bebidas isotónicas. En casa puede preparar agua de arroz con canela y sopa de pollo.
Bolutismo: Es un cuadro de envenenamiento por el consumo de embutidos o conservas caseras, que al no ser elaboradas de la manera correcta producen toxinas en el organismo.
Síntomas: Dado que paraliza los músculos del cuerpo hay dificultad para respirar y hablar, en algunos casos puede ocasionar la muerte. También provoca fatiga, debilidad, sequedad en la boca, vómitos y diarrea.