La pancreatitis es la inflamación del páncreas, y se pueden distinguir dos tipos, de acuerdo con su carácter:
- Pancreatitis aguda: cuando la inflamación se produce sobre un órgano sano, de forma brusca, aguda y tras empezar se prolonga días. Muchas veces, aparece tras una ingesta de alcohol o una comida copiosa.
- Pancreatitis crónica: si los problemas de inflamación se repiten a lo largo del tiempo, pueden ir generando daño de forma crónica.
La ubicación recóndita y profunda del páncreas en nuestro abdomen hace que pueda producirse una posible extensión de la reacción inflamatoria desde este órgano al peritoneo. Esto, junto a la infección y sus consecuencias a largo plazo, convierten a la pancreatitis en una enfermedad potencialmente grave.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas de la pancreatitis aguda son:
- Dolor abdominal intenso en la zona superior al ombligo. En ocasiones, se va hacia la espalda.
- Náuseas y vómitos.
- Fiebre: puede aparecer como expresión de la propia inflamación o de la infección secundaria.
- En algunas formas en que la inflamación se acompaña de sangrado pancreático pueden aparecer manchas cutáneas similares a moratones en los costados o cerca del ombligo.
- Colapso cardiovascular: los casos más graves pueden evolucionar a esta situación.