Sin Argentina, expertos alertan que Bolivia podría perder el mercado de gas con Brasil en 2029

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Tras que Argentina anuncie que ya no comprará gas boliviano desde 2024, Álvaro Ríos y Raúl Velásquez, expertos en temas hidrocarburíferos, alertaron que Bolivia podría perder el mercado de Brasil debido a la escasa inversión en tareas de exploración y por la baja producción que sólo alcanzaría para el consumo interno. Recordaron que en 2029 concluye el contrato con el gigante sudamericano.

El miércoles, el embajador de Argentina en Bolivia, Ariel Basteiro, confirmó que su país dejará de comprar gas boliviano desde 2024, porque las autoridades energéticas argentinas ya concluyeron los gasoductos desde el gigantesco campo de Vaca Muerta, lo que les permitirá el autoabastecimiento energético desde el siguiente año.

«Hemos terminado un contrato (con Argentina) anticipadamente, el cual hubiéramos explorado, hubiéramos podido seguir exportando y hubiéramos seguido mandando más volúmenes de gas. Sin embargo, hemos perdido un mercado adelantado, y si no hacemos algo, vamos a perder totalmente el mercado de Brasil en cinco años más», alertó el exministro Álvaro Ríos en entrevista con la ANF.

El reservorio de Vaca Muerta fue calificado como uno de los más grandes del mundo desde su descubrimiento hace unos años. Hasta diciembre del año pasado, sus reservas probadas de gas y petróleo alcanzaban un equivalente a 251,6 millones de barriles.

«La Argentina, al darse cuenta de esa producción, desde 2015 lo que hizo fue diseñar diferentes estrategias. Vaca Muerta ya venía produciendo gas natural de forma creciente, es así que se gestiona un crédito con la CAF para los tendidos (de su red). Ese gasoducto ya está terminado, en junio ya se han hecho las pruebas de carga y se estima que el 9 de julio se lo va a inaugurar oficialmente», graficó el especialista Raúl Velásquez.

El experto resaltó que Bolivia quedó rezagada y el discurso del «mar de gas», que supuestamente teníamos, se realizó con una perspectiva política para mantener el interés de los mercados internacionales en la economía boliviana, pero esas mismas autoridades sabían que el gas se estaba acabando.

Para Ríos, la pérdida del mercado argentino no puede ser calificada como tal porque el contrato entre ambos países establecía el fin del mismo en 2026, pero se adelantó dos años por los trabajos que realizaron los argentinos en Vaca Muerta.

Respecto a Brasil, aseguró que es un país industrial que siempre requerirá de gas para mantener su producción. Además, resaltó que el gigante sudamericano no tiene ductos para cubrir la totalidad de su territorio. Por tanto, el principal problema es la baja producción de Bolivia que, si no logra más trabajos, sólo garantizará los 14 millones de metros cúbicos que exige el mercado nacional boliviano.

«El ducto hacia Brasil tiene una capacidad de 30 a 32 millones de metros cúbicos día. Y, como todo tiene que ver con la declinación de la producción, en 2029, si no pasa nada y no existe un descubrimiento que por milagro aparezca, vamos a estar produciendo 15 millones de metros cúbicos día. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que en 2029 vamos a tener los 14 millones para abastecer el mercado interno, en términos simples», ejemplificó Ríos.

El informe de la Fundación Milenio sobre la economía de Bolivia 2023 advierte que el país tendrá problemas en la producción de gas para cumplir sus compromisos con Brasil a partir de 2027 y que en un futuro no muy lejano tendrá que importar el producto para cubrir la demanda interna.

De tal modo, no será el mercado el que se extinga, sino que el país no tendrá cómo sostener ese mercado. De ahí que las autoridades, en distintos escenarios, afirmaron que Bolivia debe dejar de depender del gas para su subsistencia y mirar otras alternativas. En ese marco, surge la explotación del litio y el gobierno de Luis Arce ya está impulsando la inversión en esa área con socios de Rusia y China.


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