Al menos el 15 por ciento de los maestros en todo el país aún dictan clases con más de 60 años de edad y unos 35 años de servicio en el magisterio. Como principal factor, no se jubilan debido a las rentas bajas que pueden llegar a recibir de la Administradora de Fondos de Pensiones (AFP).
Sin embargo, hay algunos profesores que desisten de la jubilación por algunas deudas que tienen, el apoyo económico que brindan a sus hijos, el cariño hacia sus estudiantes o por la costumbre de dictar la docencia.
Según datos del Ministerio de Educación, hasta 2020, 137.165 maestros estaban registrados en los niveles inicial, primaria, secundaria y educación especial o alternativa. De los cuales 20.880, están en la categoría al mérito, es decir, con más de 35 años de servicio en el magisterio.
De este grupo de maestros, 6.508 en La Paz, 3.578 en Cochabamba, 3.204 en Santa Cruz, 2.333 en Potosí, 1.933 en Oruro, 1.422 están en Chuquisaca, 1.386 en Tarija, 455 en el Beni y 61 en Pando, según las estadísticas publicadas en la página del Ministerio de Educación (http://seie.minedu.gob.bo/).
Estos datos no consideran al personal administrativo que también es dependiente del Ministerio de Educación.
Al respecto, Patricio Molina, ejecutivo nacional del magisterio urbano, señaló: “El principal factor es el económico, la cotización del haber básico de los maestros es una de las más bajas de todos los asalariados de Bolivia. A parte, un maestro cada cuatro años empieza a subir de categoría y después de 15 años recién empieza a tener un salario por encima de los 4 mil o 5 mil”.
Añadió: “Al final el maestro tiene que trabajar entre 35 o 40 años para llegar a estándares moderados, ni siquiera al tope salarial máximo que establece la ley, ese es el factor (por el cual no se jubilan)”.
Por otro lado, Molina señaló que la edad no es un factor con el cual se deba medir la capacidad de enseñanza de los maestros. “Así como hay maestros antiguos, con 65 o 70 años, que se siguen desempeñando bien en su trabajo, hay recién egresados, sobre todo con el nuevo modelo educativo, que no tienen nada de novedoso en su enseñanza”, añadió.
En tanto, la exejecutiva de los maestros urbanos en Cochabamba, Norma Barrón, indicó que un maestro que gana por encima de los 7 mil bolivianos, luego de trabajar entre 35 y 40 años en la categoría mérito, se jubila con unos 4 mil o 4.200 bolivianos de renta de la AFP y que muchos tienen deudas o apoyan a sus hijos que no pueden conseguir “un trabajo en buenas condiciones”.
“El maestro que ha trabajado más allá de los 35 años se jubila con unos 4.200 bolivianos. Habemos personas que hemos pasado la tercera edad. Hay maestros que física y mentalmente ya no dan, pero nadie puede obligar a jubilarse, la jubilación es voluntaria”, dijo Barrón.
Añadió: “Por eso, en la federación hemos planteado que el maestro debe jubilarse, al igual que los policías o los del ejército, con el 100 por ciento de su último sueldo, así barremos la mitad del magisterio y tantos maestros que están desocupados trabajarían”.
Sin embargo, no todos los maestros priorizan el aspecto económico a la hora de jubilarse, otros siguen en la docencia por el cariño a sus estudiantes.
Cariño a los alumnos
Mirian Ricaldi es profesora de quinto de primaria en el colegio Branko Petricevic, en Cochabamba. Con 33 años de servicio en el magisterio señaló que aún no se jubiló por pedido de los padres de familia y sus actuales estudiantes.
“Estoy en quinto y los padres de familia me piden que termine hasta sexto de primaria con mis alumnos, pero no creo que llegue, al año pienso jubilarme porque creo que hay que dar espacio a nuevas generaciones. Aunque no sé si me pueda acostumbrar estando jubilada porque quiero mucho a mis estudiantes”, dijo Ricaldi.
“Me dará mucha pena dejarlos a mis alumnos, especialmente a este grupo que lo he tenido desde primero. Más que el factor económico aún no me jubilé por el cariño que tengo a mis estudiantes”, añadió.
Asimismo, la directora de esta unidad educativa, María Luisa Espinoza, que tiene 40 años de servicio en el magisterio, señaló: “Mientras uno esté desempeñándose bien yo creo que es prudente que sigamos trabajando”.
“Lastimosamente, nosotros nos jubilamos con casi el 50 por ciento del haber percibido y eso a ninguna persona le favorece y me imagino que esa es la razón para que algunos profesores continúen trabajando. Nuestro entusiasmo en el trabajo creo que nunca pasa”, dijo Espinoza.
Desempleo
La otra cara de la moneda de la no jubilación de los profesores es el desempleo que existe en este sector, sobre todo en las nuevas generaciones de maestros.
Al respecto, la exejecutiva del magisterio en Cochabamba señaló: “Los maestros viejos ya no podemos obstaculizar la innovación y presencia de gente nueva, es un tema de reflexión que hacemos, pero pesa más el problema económico”.
DIFICULTADES POR LA PANDEMIA
Los últimos dos años fueron complicados para algunos profesores, debido a la pandemia por la Covid-19 y las restricciones que trajo esta enfermedad, sobre todo en el manejo virtual de las clases.
“En las clases presenciales no hemos tenido problemas con los profesores mayores, pero con las clases virtuales se ha notado una barrera en ellos, no han podido manejar las herramientas porque no estaban preparados”, dijo Julio Aramayo, representante de la junta escolar del colegio 27 de Mayo.
Mirian Ricaldi, profesora de quinto de primaria en el colegio Branko Petricevic, señaló que los primeros meses el cambio en la modalidad de enseñanza fue complicado tanto para los maestros como para los estudiantes.
DEMANDA CENTRAL ES EL “APORTE TRIPARTITO”
REDACCIÓN CENTRAL
La demanda central que tiene el magisterio a nivel nacional es el aporte tripartito, que busca que cada maestro se jubile con un monto económico mayor al que esta vigente para “garantizar una jubilación digna”, aseguró Patricio Molina, ejecutivo nacional del magisterio urbano.
“La demanda nuestra es la jubilación con el 100 por ciento con el aporte tripartito, capitalización individual, aporte del patrón y aporte del Estado para avanzar con una jubilación más digna. Es un tema que lamentablemente no se ha aperturado”, dijo Molina.
Añadió: “Que suba unos mil o 1.200 bolivianos más, que permita aumentar de alguna manera un cierto porcentaje a los maestros ayudaría a que muchos maestros que están sobre los 60 años se jubilen y eso abriría puertas laborales a
todos esos maestros que están desempleados”.
La profesora Norma Barrón señaló que se debería mejorar la ley de pensiones para luego “obligar a los maestros para que se jubilen en la edad que corresponde”.
“Vamos a tener un congreso en Uyuni y vamos a plantear estas mejoras”, dijo.
Otro detalle que señaló Barón es la problemática que existe en un sector del magisterio, porque algunos maestros decidieron retirar todos sus aportes y ellos piensan trabajar hasta el final de sus vidas porque su renta sería de “unos 600 bolivianos”.