Una encuesta de Diagnosis, Investigación, Opinión y Mercado estableció que la favorabilidad negativa (rechazo) de Evo Morales supera de lejos a la positiva, con miras a las elecciones generales de 2025. La opinión negativa del expresidente llega al 56 por ciento, frente a la positiva que alcanza el 25 por ciento.
Según la encuesta de Diagnosis en julio de este año, el 19 por ciento de los encuestados se mostró indiferente a la favorabilidad del expresidente, quien actualmente enfrenta, junto al ala radical del MAS, una pugna interna abierta con el sector “renovador” o “arcista” de ese frente político.
La ficha técnica para la última encuesta señala que el trabajo de campo se realizó entre el 8 y 9 de julio de este año, en un universo de hombres y mujeres de 18 a 65 años. La muestra fue de 1.800 encuestas en el área urbana y rural de los nueve departamentos. El margen de error de la muestra es de +/- 2,31%. El método utilizado es el de la encuesta presencial en hogares, en soporte digital.
El estudio, no obstante, encontró que la estrategia de Morales de confrontar con el gobierno de Arce ha sido beneficiosa para él, ya que, desde enero, la opinión positiva del expresidente creció del 17% al 25%.
“En el estrato pobreza de occidente que tiende a decepcionarse de la gestión de Arce, la favorabilidad de Evo se ha incrementado del 38% al 49%. Evo sabe que su crecimiento como opción electoral pasa en primer lugar por el debilitamiento de la imagen del Presidente en sectores masistas descontentos con el Gobierno”, señala la investigación.
La encuesta sostiene que la marca “inclusión” de Morales todavía es relevante para sectores sociales cotidianamente discriminados. “Esto le otorga un potencial de crecimiento en el estrato pobreza de tierras bajas (principalmente migrantes) que rechazan el liderazgo elitista del movimiento cívico y que al presente no saben por quién votar”, añade.
Según un estudio anterior de Diagnosis, Morales entra en la carrera electoral como el líder de los sectores pobres por excelencia, en un ambiente de pesimismo sobre la situación general del país. Agrega que su marca de “inclusión” resuena con fuerza entre aquellos sectores tradicionalmente masistas que no se identifican con la promesa de “estabilidad” económica del presidente Arce.
“La marca de Evo de ‘inclusión’ sigue siendo pertinente para los segmentos sociales que hoy por hoy experimentan en su vida cotidiana la discriminación por su condición socio económica (por ser pobres) y/o por su condición étnico cultural (por ser indígenas). Esta marca podría ser relevante para sectores excluidos y discriminados en Tierras Bajas (sobre todo migrantes), principalmente en Santa Cruz. . Sectores que no se identifican y que incluso rechazan el liderazgo elitista del movimiento cívico. Este potencial de crecimiento de Evo lo convierte en una opción electoral relevante para el 2025”, señala la investigación.