Radiofármacos: todos los detalles sobre el gran avance del país

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Ronald Veizaga: ‘Esta primera producción clínica de FDG (Fluorodesoxiglu cosa) marca un hito histórico’

El director general de Energía Nuclear del Viceministerio de Energías Alternativas, Ronald Veizaga, explica todo lo que hay que saber sobre la producción de radiofármacos en Bolivia. Se trata de un hito de enorme importancia para la industrialización del país y también marca un avance científico de la mayor relevancia.

—¿Cuál es la naturaleza y la aplicación de los radiofármacos que se están comenzando a producir en Bolivia?

—La FDG o fluorodesoxiglucosa es una molécula artificial similar a la glucosa, producida a partir del radioisótopo flúor 18 (F-18) generado en el Complejo Ciclotrón Radiofarmacia Preclínica (CCRP), que es uno de los componentes principales del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (CIDTN) que se vienen implementando en la ciudad de El Alto. Esta molécula es captada tanto por las células normales como por las cancerígenas, actuando como un radiotrazador, es decir, un marcador metabólico, así puede ser detectado a través de equipos de alta tecnología, como la Tomografía por Emisión de Positrones (PET/CT), un estudio que se realiza en los Centros de Medicina Nuclear y Radioterapia (CMNyR). Las células cancerosas absorben la mayor parte de esa glucosa y se vuelven más visibles en el PET/CT, esto permite detectar no solo enfermedad, sino que, gracias a la tecnología del PET/CT, también se puede determinar la ubicación exacta de la célula cancerosa. Esta técnica también puede ser utilizada para el diagnóstico de enfermedades neurológicas y cardiológicas. Con el Complejo Ciclotrón y los CMNyR, Bolivia demuestra la estrategia de desarrollo integral que lleva adelante, encabezada por el presidente Luis Arce, para desarrollar ciencia y tecnología boliviana en la lucha contra el cáncer.

Foto. VICEMINISTERIO DE ENERGÍAS ALTERNATIVAS

—Además de la fluorodesoxiglucosa, ¿existe otro tipo de medicamentos que se piense desarrollar en el país?

—La medicina nuclear es una de las áreas de mayor desarrollo, sobre todo, con la utilización de nuevos radiofármacos, que son de mucha utilidad para el diagnóstico. Si bien el radiofármaco más usado para estudios PET/CT es el FDG, de manera gradual se tiene previsto incorporar la producción de radioisótopos y radiofármacos específicos o especializados, como el Fluoruro de Sodio 18F-NaF, que permite obtener imágenes detalladas de los huesos, proporcionando una alternativa clínica superior para el escaneo óseo, con ventajas significativas sobre los escáneres convencionales. También se tiene previsto producir radiofármacos como el antígeno prostático específico de membrana F–PSMA, que permite detectar con mayor precisión la diseminación del cáncer de próstata, y el Citrato de galio (67Ga) para localizar ciertos tumores o lesiones inflamatorias específicas, especialmente, en los pulmones. Estos son algunos ejemplos de una gran variedad de radioisótopos y radiofármacos que podrán ser producidos en el CCRP de manera soberana y de acuerdo con nuestras necesidades y requerimientos. Tenemos, además, la ventaja de que el CCRP tiene una gran capacidad tecnológica, lo que permite producir radiofármacos que no pueden ser producidos en otros países, de ahí que ya se tiene una demanda de países hermanos interesados en poder adquirir estos radiofármacos de Bolivia.

—¿Con cuánto de inversión se está procediendo y a qué volúmenes de producción se estima llegar y en qué tiempo?

—El CCRP es uno de los tres componentes principales del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (CIDTN) que el Gobierno nacional implementa en la ciudad de El Alto, y junto con el Complejo Multipropósito de Irradiación (CMI) y el Reactor Nuclear de Investigación (RNI), el CIDTN tiene una inversión de alrededor de $us 350 millones. El CCRP tiene la capacidad de abastecer toda la demanda nacional y producir radiofármacos para la exportación. Sin embargo, inicialmente, la producción irá acompañada la demanda nacional de estudios, que se irá incrementando de manera gradual a medida que esta tecnología vaya siendo cada vez más utilizada y demandada a nivel nacional.

—¿Cómo es el proceso de producción de estos medicamentos?

—Es un proceso complejo, sin embargo, podemos decir que de manera general para el FDG se da en tres pasos: el primero de ellos es cuando el Ciclotrón acelera una partícula que luego se dispara contra un blanco líquido para generar Flúor 18 (18-F). En el siguiente paso, el 18-F se une a una molécula sintética de glucosa (azúcar), creando así el radiofármaco FDG. El tercer paso es cuando el componente pasa al área de control de calidad donde se aplica la normativa de Buenas Prácticas de Manufactura dadas por la Agemed, que es nuestra Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías en Salud. De esta manera, se asegura que el radiofármaco que será inyectado en el paciente cumpla con las mejores prácticas internacionales y los estándares de calidad en esta materia. Es importante destacar que, durante todo el proceso de producción, se cumple la normativa de protección radiológica para los trabajadores, de acuerdo con las recomendaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), aspecto que es controlado y supervisado por la Autoridad de Fiscalización de Electricidad y Tecnología Nuclear (AETN).

—¿Cuál es la relevancia que tiene para el país el poder producir radiofármacos, tanto en términos tecnológicos como en los hitos que vamos recorriendo con la industrialización?

—Esta primera producción clínica de FDG (Fluorodesoxiglucosa) marca un hito histórico, ya que ahora de manera soberana podemos producir radiofármacos de alta calidad, elaborados en Bolivia y por profesionales bolivianos, para atender a nuestras hermanas y hermanos con cáncer; y estarán disponible de manera gratuita en el marco del Sistema Único de Salud (SUS). Estos radiofármacos son de corta duración y manejo delicado, lo que hace compleja y costosa su importación. Gracias al Complejo Ciclotrón, éste ya no será un problema porque Bolivia produce sus propios radiofármacos, consiguiendo así avanzar en el desarrollo de su propia tecnología nuclear con fines pacíficos y en la política de sustitución de importaciones que impulsa el presidente Luis Arce. Este complejo también beneficiará a todo el sector salud, ya que, al haber facilidad de acceder a estos componentes, tanto el sector público como privado podrán incorporar en sus clínicas equipos que utilicen radiofármacos, adquiriendo este producto a menor costo que el de importación.

Por tanto, toda esta obra repercutirá en una mejora del sistema de salud.


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