Este jueves, el mandatario ruso, Vladimir Putin, aseguró que la ofensiva militar hacia Ucrania aún no había empezado «en serio» y desafió a las potencias occidentales que apoyan a Kiev a intentar derrotar a Rusia «en un campo de batalla».
En uno de sus discursos más firmes desde que envió tropas a Ucrania, el 24 de febrero, Putin también alzó la voz contra el «liberalismo totalitario» que, según él, los países occidentales pretenden imponer en todo el mundo.
«Todos deben saber que aún no hemos empezado en serio», dijo Putin durante una reunión con los líderes de los grupos parlamentarios rusos, retransmitida por televisión.
«Al mismo tiempo, no rechazamos mantener negociaciones de paz, pero quienes las rehúsan deben saber que les será más difícil llegar a un acuerdo con nosotros», añadió.
«Oímos actualmente que (los países occidentales) quieren derrotarnos en un campo de batalla», comentó, en tono desafiante.
¿Qué decirles? ¡Que lo intenten!», declaró, acusando a «todo Occidente» de haber desatado una «guerra» en Ucrania.
Según Putin, la intervención de Rusia en ese país marca el inicio de un giro hacia un «mundo multipolar».
«No se puede parar este proceso», sostuvo.
El mandatario insistió en que la mayoría de países no desea seguir el modelo occidental de «liberalismo totalitario» ni políticas «hipócritas de doble rasero».
«En la mayoría de países, la gente no quiere esa vida ni ese futuro», recalcó.
La gente «simplemente está cansada de arrodillarse, humillándose ante quienes se consideran excepcionales», declaró.