El exministro de Jeanine Áñez, Arturo Murillo, quien se declaró culpable de los delitos de soborno internacional y lavado de dinero, escuchará su sentencia íntegra hoy en una audiencia programada por la Corte Federal de Miami, Estados Unidos.
“Mañana (hoy) a las 9.00 de la mañana el juez del distrito de Miami ha determinado establecer día y hora de la audiencia para (dar lectura) a la condena que se impone al señor Arturo Murillo”, confirmó el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, en entrevista con Bolivia TV.
Señaló que se espera que el exministro y hombre fuerte del régimen de Áñez sea sancionado con entre cinco y 10 años de prisión.
El Departamento de Justicia de EEUU, según ERBOL, ya anticipó que Murillo se declaró culpable de conspiración para cometer lavado de dinero y enfrenta una pena máxima de 10 años de cárcel.
Chávez adelantó que el monto de $us 532.000 que Murillo recibió como soborno será destinado para el Estado Boliviano como resarcimiento por el daño.
“Vamos a pedir nosotros como víctimas que una vez que los 532.000 dólares que ha recibido sean determinados, sean para resarcidos para nosotros como Estado Boliviano”, indicó la autoridad, según la Agencia Boliviana de Información.
Murillo fue detenido en mayo del año pasado por este caso en Estados Unidos. Otros cuatro implicados ya se declararon culpables y recibieron sentencias.
SOBORNO Y LAVADO
Murillo, ni bien fue nombrado ministro de Gobierno, adquirió un lote de gases lacrimógenos de la empresa Cóndor, pero a través de la intermediaria norteamericana Bravo Tactical Solutions LLC (BTS), según un recuento de la Agencia Boliviana de Información.
Esta empresa pagó a la brasileña Cóndor $us 3,3 millones por un lote de material antidisturbios que luego vendió al Estado boliviano en $us 5,6 millones. El sobreprecio de $us 2,3 millones fue transferido a cuentas en Estados Unidos “para beneficio del exministro y sus cómplices”.
Murillo huyó a Estados Unidos a finales de 2020, para evadir a la justicia, pero en mayo de 2021, fue encarcelado acusado de recibir sobornos pagados por una empresa e individuos estadounidenses para asegurar un contrato con el Gobierno boliviano y luego utilizar el sistema financiero estadounidense para lavar el dinero.
En junio del año pasado, el juez de Distrito del sur de Florida, Paul Huck, “sentenció a los cuatro cómplices confesos del exministro”.