Conflicto interno en el partido oficialista de Bolivia. Varios asambleístas del MAS observan que la diferencia es cada vez más profunda. Un exministro de Evo Morales plantea que todo se resolverá en las primarias. Los opositores ven que la pugna acabará en una división como la del MNR y otros
El fin de semana el partido celebró el 17 aniversario de la victoria del MAS en 2005. Los dos grandes ausentes fueron precisamente los mandatarios Luis Arce y David Choquehuanca. Evo Morales los atacó: “Escuchamos que dicen que algunos compañeros son del ala radical. De frente: somos radicales y así nacimos. Los que no son radicales son conservadores, son vendepatrias y están con el enemigo”, aseveró.
El presidente de Diputados, Jerges Mercado, en una entrevista concedida a este medio, aseveró que si es que la división sigue este camino, terminará en una “catástrofe del instrumento político”, y manifestó que vislumbra un camino similar al que siguió Ecuador, donde la derecha se benefició de la división (ver entrevista adjunta).
El senador Félix Ajpi, identificado con el ala renovadora, señaló que presidente y vicepresidente debían cumplir “con actividades relacionadas con batallar con los efectos de la sequía, de la sexta ola del covid-19, por eso no fueron. No somos vendepatrias, ni renovadores, yo ya he pasado los 60 años, tengo que dar paso a las nuevas generaciones”.
El diputado Rolando Cuéllar, también del ala renovadora, respondió que el no asistir a un acto “de un caudillo que ataca al Gobierno es una muestra de unidad, porque tampoco fueron los sectores sociales aglutinados en el Pacto de Unidad y la militancia”.
Pidió que Morales “se vaya de vacaciones y que ya no vuelva. Que el fin de año sea un buen momento para tomar la decisión de retirarse de la política, que convoque a un congreso nacional y renuncie a la militancia. Deberá responder a las bases, él fue el primer traidor al irse del país en 2019 y los 39 muertos fueron por su culpa”, dijo.
Ayer por la tarde, el vicepresidente del MAS, Gerardo García, salió en una conferencia de prensa y reclamó por qué el presidente Arce recortó los aportes de los ministerios al partido azul.
“Qué decisión habrá tomado, nosotros ya hemos pedido a nuestro presidente Luis Arce la explicación, el motivo por el cual nos han recortado los aportes de los diferentes ministerios y de las empresas descentralizadas del país”.
Por primera vez, García admitió que el partido está dividido y que en el último tiempo realizó todas las gestiones para unificar el instrumento político, pero que no ha sido posible. “El compañero, amigo, vicepresidente David Choquehuanca, ha sido el primero en hacer la ruptura (en el MAS), en hacer su propia estructura política”, acusó.
García apuntó días atrás a los mandatarios y los acusó de estar detrás de la intención de revivir el partido que fundó el socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, el PS-1. El primer secretario del esa agrupación política, Jesús Fuentes, admitió ayer en la Plaza Murillo que la dirigencia reorganiza el partido para recuperar la personería jurídica, pero ante la pregunta específica de los periodistas, respondió que “no hay ningún acuerdo político con el presidente Luis Arce”.
En mayo, el mandatario estuvo en un congreso de la agrupación fundada por Marcelo Quiroga Santa Cruz, y lució la polera roja. Tiempo después, el dirigente Rimmy Gonzales abrió la posibilidad de que el mandatario busque la reelección con esa sigla. El Ejecutivo también lo desmintió. Tras esa declaración, García manifestó que el hecho es que “están buscando sigla”.
El exministro de Defensa, Reymi Ferreira, señaló que pese a que hay diferencias, no ve que “sea serio. Lo que hay dentro del MAS son tendencias políticas y liderazgos. En EEUU los demócratas y los republicanos, antes de las elecciones, tienen sus primarias, y son varios candidatos. Pero luego de esa pugna se unifican”, dijo.
Manifestó que dentro del MAS, evidentemente, “hay diferencias entre los liderazgos, pero hay una ley electoral que está vigente, y el estatuto del MAS prevé cumplirla”.
Ferreira apuntó que las diferencias están esencialmente en el tema de la gestión, “hay afinidad en lo ideológico. Por ejemplo, en 2019, los tres sectores que hay, coinciden en que fue un golpe de Estado, todos plantean el mismo modelo económico. La base está clara, y se resolverá en las primarias”. Identificó como líderes de los tres frentes a Evo Morales, Luis Arce y David Choquehuanca.
“Evo, además de tener a un grupo del Parlamento, tiene presencia en los sectores sociales y en el Ejecutivo. El segundo bloque es el del presidente y el tercero del vicepresidente, con un carácter más indianista, apela a la identidad cultural y guarda más afinidad con el Ejecutivo”, acotó.
No cree que Luis Arce hable con el PS-1, “todo se dará dentro del MAS, y creo que habrá la madurez necesaria para aceptar los resultados de las primarias y resolver todo dentro del partido para no actuar como la derecha, que nunca pudo armar un frente común”.
El senador de Creemos, Henry Montero se mostró en desacuerdo con el criterio de Ferreira y aseguró: “Muy a título personal, estoy absolutamente convencido de que el expresidente Evo Morales intenta tumbar del poder a Arce, lo viene trabajando, lo viene madurando, lo viene desgastando, por eso es que vemos peleas al estilo de novela mexicana en el interior. Su palomita mensajera, el exministro Juan Ramón Quintana, ya le dio fecha de caducidad a la gestión, en 2024”.
El diputado Beto Astorga, de CC, señaló que “claramente el MAS pierde credibilidad. La sigla se la relaciona con los narcos, el 21-F, por eso consideramos que seguirán el camino a la muerte que recorrió el MNR, ADN y el MIR, entre otros en la historia”, aseveró.