Durante el primer semestre de este año, la estatal petrolera facturó un valor superior a los $us 46 millones, por la comercialización de 123.908 TM de urea granulada en los mercados de consumo.
La Planta de Amoniaco y Urea (PAU) “Marcelo Quiroga Santa Cruz” cumplio este 14 de septiembre el sexto aniversario del inicio de operaciones, y a lo largo de este tiempo contribuyó al desarrollo de Bolivia, a la seguridad alimentaria y a la industrialización del gas natural.
El gerente de Industrialización de YPFB, Pablo Soria, destacó el impacto de la producción de la planta y aseguró que ahora se tiene una operación continua y estable, siendo un hito en la historia del desarrollo de Bolivia.
Durante el primer semestre de este año, la estatal petrolera facturó un valor superior a los $us 46 millones, por la comercialización de 123.908 toneladas métricas (TM) de urea granulada en los mercados de consumo.
En el período de estudio más de 33.414 TM del fertilizante fueron entregados al mercado interno, mientras un volumen de 90.490 TM se enviaron a Argentina, Brasil, Paraguay y Perú. El principal mercado de la urea producida en el complejo, durante el periodo de análisis, fue Brasil, país vecino al que se envió 82.400 TM del fertilizante.
“Nuestra planta se encuentra ahora en producción plena, garantizando el requerimiento del mercado interno y nuestros compromisos en el mercado externo (…). La planta simboliza la industrialización de nuestros recursos naturales y nuestra contribución al desarrollo de Bolivia”, destacó.
El acto de celebración del sexto aniversario del inicio de operaciones de la Planta de Amoniaco y Urea “Marcelo Quiroga Santa Cruz” se realizó en instalaciones del mismo complejo, ubicado en Bulo Bulo, Cochabamba. Asistieron ejecutivos de YPFB Refinación, empresas operadoras, personal, representantes de organizaciones sociales e invitados especiales.
Soria aseguró que no solo se celebra el éxito de la PAU, sino el futuro del país y de la estatal petrolera.
“Somos los constructores de nuestro futuro, contribuimos al vivir bien, la soberanía alimentaria y la industrialización de nuestros recursos naturales”, insistió.
