La justicia peruana inauguró el martes una exclusiva sala judicial junto a una prisión ubicada en una zona periférica de Lima donde están encarcelados únicamente expresidentes, sentenciados o detenidos de forma preventiva.
La construcción sucede a otra antigua sala usada desde 2007 para juzgar al expresidente Alberto Fujimori, condenado en 2009 por la autoría intelectual del asesinato de 25 peruanos durante su gobierno (1990-2000). Fujimori fue el primer presidente peruano llevado a juicio y fue excarcelado en 2023 gracias a un indulto presidencial por razones de salud. Tanto la sala como la cárcel están dentro de un cuartel policial en una colina desértica de Lima.
La sala judicial inaugurada el martes se usará para juzgar a otros dos expresidentes recluidos en la actualidad: Alejandro Toledo (2001-2006), investigado por presunto lavado de activos y corrupción, así como Pedro Castillo (2021-2022), indagado por presunta rebelión y corrupción.
La sala “lamentablemente es para juzgar a los altos dignatarios de la nación”, dijo el presidente de la Corte Suprema Javier Arévalo en la inauguración. Luego de una pausa añadió, “quizá en un país no se debiera estar en esta situación de juzgar a sus expresidentes”.