Pareja de nicaragüenses se mata mutuamente mientras su hijo jugaba videojuegos

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Una pareja se mató mutuamente dentro de su casa de la ciudad estadounidense de Longview (estado de Washington), el pasado 31 de octubre. El hecho se presentó mientras el hijo del matrimonio, de 11 años, jugaba videojuegos con auriculares en una de las habitaciones del domicilio, informó la semana pasada la Oficina del ‘Sheriff’ del Condado de Cowlitz.

De acuerdo con la investigación, las víctimas, identificadas como Juan Antonio Alvarado Sáenz y Cecilia Robles Ochoa, habían mantenido un fuerte altercado en medio del cual se produjeron disparos.

 

Su hijo, que no presenció ni escuchó lo ocurrido, llamó a la línea de emergencia 911 luego de encontrarlos heridos en el suelo de la primera planta de la vivienda. Él era la única persona en la casa en el momento de la pelea.

Policías y una unidad de bomberos y rescate respondieron al aviso. Los esposos, localizados en el área de la cocina, recibieron primeros auxilios, pero «sucumbieron a sus heridas y fueron declarados muertos en la escena».

Foto: Pareja se mata mutuamente en su casa mientras su hijo jugaba videojuegos /Cortesía

Pareja se mata mutuamente en su casa mientras su hijo jugaba videojuegos

La autopsia posterior reveló que Alvarado Sáenz, de 38 años, había sufrido múltiples puñaladas en el pecho, mientras que Robles Ochoa, de 39 años, tenía «heridas de bala y puñaladas», precisaron las autoridades, que recuperaron una pistola y un cuchillo del sitio de los hechos. Si bien el análisis forense confirmó que se habían lastimado «mutuamente», no se ha podido determinar quién fue el «agresor primario».

Foto: Pareja se mata mutuamente en su casa mientras su hijo jugaba videojuegos /Cortesía
Foto: Pareja se mata mutuamente en su casa mientras su hijo jugaba videojuegos /Cortesía

Los investigadores comprobaron que el arma de fuego involucrada había sido robada al empleador de Alvarado Sáenz; hecho que no se descubrió sino hasta después del incidente.

Por otro lado, luego de múltiples entrevistas y averiguaciones, se estableció que el matrimonio tenía «problemas sentimentales y pretendían separarse». «No hay pruebas de la participación de terceros en este caso»; aclaró la Oficina del ‘Sheriff’.


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