Un bebé, de ocho meses, murió a manos de su madre y su padrastro en un domicilio de Punata, Cochabamba. Noemí y Sergio, ambos de 17 años, planearon el crimen y quisieron hacer creer que al niño le faltó aire debido a que se encontraba resfriado, pero la autopsia reveló que la muerte fue a causa de asfixia por oclusión de vías respiratorias. Los autores admitieron su culpa, se sometieron a procedimiento abreviado y recibieron una condena mínima –seis años de privación de libertad en el Centro de Readaptación Social Cometa- por ser menores de edad amparándose en el Código Niño, Niña y Adolescente.
El cuerpo sin vida del bebé estuvo por más de 24 horas en la escena del crimen. El infanticidio se registró el 16 de junio en una vivienda de la comunidad de Thago. Al día siguiente, la hermana de Noemí se apersonó a oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) de Punata donde reportó la muerte de su sobrinito. Los efectivos, acompañados de la tía de la víctima, llegaron al domicilio donde ocurrió el crimen y encontraron al bebé sin vida sobre una cama.
La madre del bebé admitió haber planificado, junto a su actual pareja, el asesinato de su hijo, informó el director de la FELCV de Cochabamba, Alfredo Saravia. Según las investigaciones, Sergio asfixió al bebé usando sus manos y acabó con su vida.
La madrugada del 18 de junio, Noemí fue aprehendida por infanticidio. Horas después, fue detenido su concubino por el mismo delito. La pareja se declaró culpable, se sometió a juicio abreviado y recibió seis años de privación de libertad. Los adolescentes consideraban que el bebé era un “obstáculo” para su relación y les generaba “incomodidad”, según testimonios recogidos por la Policía.
Por el mismo delito, una persona de 18 o más años, sería condenada a 30 años de cárcel, sin derecho a indulto. En reiteradas oportunidades, colectivos e instituciones que defienden los derechos de mujeres y niños han cuestionado las sentencias mínimas para jóvenes agresores que saldrían de los centros de rehabilitación entre los 21 y 24 años constituyéndose en un peligro para la sociedad. Consideran que los adolescentes, desde los 15 años, pueden ser juzgados como adultos cuando cometen delitos graves como feminicidios, infanticidios, asesinatos y violaciones.
LUTO
Cuatro infanticidios se han confirmado en Cochabamba, entre el 1 de enero y el 19 de junio de este año. Jheremy (3), Ashlyn (2) y Emir (2) son los nombres de las primeras víctimas, pero sus casos aún no cuentan con sentencia. Los autores (progenitores, padrastros y madrastra) se encuentran detenidos preventivamente, mientras continúan las investigaciones. También se investiga la muerte de dos bebés; uno hallado en un contenedor de basura ubicado en la avenida Pulacayo y Barrientos y el otro en el cementerio Fortaleza, de la zona sur, donde habría sido enterrado de manera clandestina.
Los hallazgos se reportaron el 4 y 5 de junio. Se trata de una niña de un día de nacida y un niño de unos 20 días de nacido. La Policía busca identificar a los padres y esclarecer las condiciones en las que los menores perdieron la vida.
Deja una respuesta