Oruro tiene al menos 14.723 familias damnificadas por este problema.
La sequía genera preocupación en el país. Oruro fue declarado oficialmente en desastre por este problema, con la promulgación de una norma departamental. Ya son 25 los municipios duramente golpeados por este fenómeno en este departamento y miles de familias afectadas.
“En ese contexto de la promulgación de la ley de desastre departamental relacionada a la sequía y el fenómeno de El Niño; los detonantes que nos han podido sustentar para la declaratoria es que en el departamento actualmente existen 25 municipios con declaratoria de emergencia y desastre; 29 municipios afectados”, explicó el gobernador de Oruro, Jhonny Vedia.
La falta de lluvias genera problemas en zonas urbanas y rurales. En Potosí, ya se aplica un racionamiento de agua, en tanto que en las comunidades los sembradíos y animales son afectados. Las familias piden ayuda, mientras aguardan que las precipitaciones lleguen pronto.
DESASTRE POR SEQUÍA
“(Existen) 34.244 familias afectadas, 14.723 familias damnificadas; 745 comunidades afectadas y un total de 521.000 cabezas de ganado afectadas en relación a lo que es ovino, camélido y vacuno en el departamento de Oruro”, dijo la autoridad.
Los departamentos de Chuquisaca y Cochabamba también optaron por declaratorias en busca de ayuda por este problema. Ambos se encuentran en emergencia e incluso en el último ya se prepara el “bombardeo de nubes”.
Oruro optó por la declaratoria de desastre, algo que se preparaba hace semanas con el incremento de municipios en emergencia; pero que quedó finalmente oficializada con la promulgación de una ley por parte de la Gobernación.
“Este instrumento nos va a permitir realizar algunas actividades o recursos económicos de la Gobernación para poder ayudar a los municipios damnificados; y también gestionar a nivel central del Estado, en los ministerios que corresponda, la ayuda pertinente al departamento”.
El gobernador anunció que las primeras señales de ayuda son sobrevuelos que se realizarán la próxima semana; para verificar el daño de la sequía en los lagos Uru Uru y Poopó.