No todo es ChatGPT y GPT-4 en el mundo de OpenAI. La empresa, que hoy está en boca de todos por sus desarrollos en inteligencia artificial, también pretende ser parte de la revolución de los robots humanoides. Así lo demuestra una reciente inversión en 1X Technologies, una startup noruega que se dedica al desarrollo de dichos dispositivos.
La firma europea es una de las tantas que han surgido en la última década en el sector de la robótica aplicada al diseño de dispositivos que replican características humanas. Originalmente, su nombre era Halodi Robotics, pero en marzo pasado se la rebautizó como 1X Technologies; y dentro del mismo mes, levantó más de 23 millones de dólares en una ronda de financiación liderada por OpenAI.
Todavía no se sabe qué pretende la startup de Sam Altman en el ámbito de los robots humanoides. No obstante, es lógico pensar que los de San Francisco tengan la intención de aprovechar las capacidades de sus modelos de lenguaje, como GPT-4, para insertarlas en un aparato capaz de moverse de forma autónoma para realizar tareas domésticas o en entornos laborales.
OpenAI invierte en una firma de robots humanoides
Si bien 1X Technologies está basada en Noruega, hoy cuenta con más de 50 empleados en todo el mundo. La empresa, que se fundó en 2014, asegura haber desarrollado «un sistema de actuadores único» que, emparejado con IA, ya se utiliza en un robot comercializado en el ámbito empresarial de Estados Unidos. Sin embargo, sus aspiraciones son bastante más ambiciosas.
La empresa hoy financiada por OpenAI ya ha mostrado un robot humanoide llamado EVE, que es capaz de realizar distintas labores cotidianas. Desde recoger objetos y guardarlos en una caja, hasta abrir puertas y cruzar a través de ellas. Sin embargo, se trata de un diseño cuya movilidad depende de ruedas, lo cual limita drásticamente su escenario de acción, especialmente al compararlo con esfuerzos como los de Atlas, de Boston Dynamics, o el Tesla Bot de Elon Musk.
No obstante, 1X Technologies piensa dar un gran salto de la mano de NEO, su próximo robot humanoide. Sus características y capacidades son todavía un misterio, pero al menos se sabe que abandona las ruedas e incorpora piernas. La única imagen promocional del dispositivo —la que aparece en portada de este artículo— muestra un diseño interesante, aunque tendremos que esperar hasta el verano para que se lo presente oficialmente.
Un dato que podría ser crucial para conocer de qué se trata el involucramiento de OpenAI en esta startup aparece en la descripción del nuevo androide. De acuerdo con la compañía, NEO «explorará cómo la inteligencia artificial puede tomar forma en un cuerpo similar al humano».
Volviendo al camino de la robótica
La robótica no es un área que les resulte desconocida a los dirigidos por Sam Altman. De hecho, mucho antes de volverse noticia mundial por ChatGPT y los avances en sus modelos de lenguaje, OpenAI tuvo su propia área dedicada a la investigación y el desarrollo de tecnologías vinculadas con este ámbito.
Es cierto que los californianos nunca llegaron a un proyecto de las dimensiones de un robot humanoide completo. Pero al menos tienen experiencia trabajando con partes de ellos. No olvidemos que en 2019 la compañía fue noticia por enseñarle a una mano robotizada a resolver un cubo de Rubik.
Aunque también es una realidad que los esfuerzos de OpenAI en este campo tuvieron un abrupto final en 2021, cuando cerró su laboratorio de robótica. Desde entonces, dedicó sus recursos a perseguir el desarrollo de una inteligencia artificial general, con el foco en los modelos de lenguaje GPT y herramientas como ChatGPT.
Pero esto no significa que la IA de la compañía ya no sea utilizada por otros proyectos robóticos. Uno de los más llamativos es Ameca, un robot humanoide que no solo puede entablar una conversación, sino que también genera expresiones faciales utilizando GPT-3. Un caso curioso, sin dudas, es que sus propios desarrolladores ya lo probaron con GPT-4, pero no han obtenido buenos resultados. Específicamente, mencionaron que el tiempo de procesamiento es mayor, y que las respuestas del androide no son las esperadas.