La Secretaría General de la ONU informó este viernes que «está siguiendo de cerca y con preocupación la escalada de tensiones en Bolivia», después de que seguidores del expresidente Evo Morales lleven 19 días cortando carreteras para evitar una posible orden de captura contra el otrora mandatario.
El secretario general, António Guterres, «insta a todas las partes a que ejerzan moderación y se abstengan de cualquier acto de violencia», comunicó hoy la oficina del político portugués a la prensa.
Desde donde añadieron: «El secretario general hace un llamamiento a los actores políticos para que resuelvan sus diferencias por medios pacíficos y con pleno respeto de los derechos humanos».
Un operativo conjunto de Policía y militares consiguió hoy desbloquear vías de acceso a Parotani (Cochabamba, centro del país), el bastión político y sindical de Morales (2006-2019), donde los ‘evistas’ han protagonizado intensos enfrentamientos con las autoridades en las últimas semanas.
Morales se encuentra atrincherado en el Trópico de Cochabamba, en la provincia del Chapare, desde hace 19 días ante la posibilidad de que emitan una orden de captura en su contra por los procesos de trata de personas y estupro.
Esta mañana, Evo Morales dijo en una carta abierta al presidente boliviano, Luis Arce, que si desbloqueaba las rutas, el mandatario sería «responsable de dividir y herir a Bolivia». También, manifestó que para Arce «los indios valen menos que las balas que los matan».
La crisis en Bolivia se desarrolla en medio de una pugna entre Arce y Morales por el control del oficialista MAS y las acusaciones en contra del exmandatario por la supuesta «violación» de una menor durante su presidencia.
También se suma a las exigencias de los ‘evistas’ para que su líder sea habilitado como candidato presidencial para 2025, a pesar de existir una prohibición constitucional a la reelección presidencial indefinida.
Morales afirmó esta semana en una entrevista con EFE que si es capturado habrá «un levantamiento» indígena y militar contra Arce, y que, las «14 veces» que su automóvil fue disparado el domingo pasado, constituyeron un «intento de asesinato» perpetrado por el actual Gobierno boliviano.