La OCDE señaló que si bien se sigue esperando un crecimiento mundial del 3% para este año, ahora se prevé solamente del 2,2% en 2023, lo que representa una revisión a la baja de la previsión del 2,8% realizada en junio.
El organismo afirma que prevé que la producción mundial del próximo año sea inferior en 2,8 billones de dólares a las previsiones de la OCDE antes de que Rusia atacara Ucrania, una pérdida de ingresos a nivel global que para el mundo equivale al tamaño de la economía francesa.
«La economía mundial ha perdido impulso tras la guerra de agresión no provocada, injustificable e ilegal de Rusia contra Ucrania. El crecimiento del PIB se ha estancado en muchas economías y los indicadores económicos apuntan a una desaceleración prolongada», comentó el Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann.
La OCDE se mostró especialmente preocupada con respecto a la economía alemana, dependiente del gas ruso, y pronosticó que se contraería un 0,7% el próximo año.
Un grupo de seguridad camina frente a las instalaciones de aterrizaje del gasoducto del Mar Báltico Nord Stream 2 en Lubmin, Alemania, el 19 de septiembre de 2022. © Fabrizio Bensch / Reuters
«La política monetaria tendrá que seguir endureciéndose en la mayoría de las principales economías para controlar la inflación de forma duradera», comentó Cormann en una conferencia de prensa.
“Es fundamental que la política monetaria y la fiscal vayan de la mano», agregó.
Para Estados Unidos, la OCDE pronosticó que pasará de un crecimiento del 1,5% este año a solo un 0,5% el próximo, frente a las previsiones de junio de un 2,5% en 2022 y un 1,2% en 2023.
La OCDE recomendó nuevas subidas de tipos de interés para luchar contra la inflación y pronosticó que los principales bancos centrales superarían el 4% el próximo año.