El nivel del agua del lago Titicaca desciende a ritmo sostenido desde abril pasado y se acerca al mínimo histórico registrado en septiembre de 1996 de 3.807,30 metros sobre el nivel del mar (mmsnm).
El último reporte del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), del 7 de julio, señala que el cuerpo de agua navegable más alto del mundo, compartido entre Bolivia y Perú, registra un nivel de 3.807,76 metros.
El reporte al 19 de julio del Servicio Nacional de Hidrología Naval boliviano señala, por su parte, que “después de alcanzar un nivel máximo en el mes de abril de 2023, el lago Titicaca ha presentado un descenso de 32 centímetros hasta la fecha”.
El nivel del agua del lago Titicaca, en condiciones normales, es de 3.809 metros sobre el nivel del mar.
Hidrología Naval prevé, además, que los niveles de agua continuarán con tendencia descendente.
La grave escasez hídrica, que se ha experimentado muy pocas veces, se debe al periodo de estiaje de esta época del año y a los efectos del Fenómeno de El Niño, lo que ha llevado a una disminución significativa del nivel del agua entre 15 a 20 metros lineales.
La situación del lago, con sus 3.800 metros sobre el nivel del mar y 8.372 kilómetros cuadrados (km²), ha empezado a afectar a las empresas de turismo que operan en sus riberas y al correcto funcionamiento de los motores de las embarcaciones.
Muelles portuarios, que habitualmente eran usados para abordar a los botes, quedaron inutilizables.
Las comunidades campesinas dependen de sus aguas para el ganado, el riego y sostener pequeñas empresas de turismo. Todas son actividades económicas vitales en la región.