Hace una semana, en pleno el aeropuerto Teniente Coronel Juan Mendoza, en Oruro, el jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, fue recibido con música, baile y comida por decenas de personas.
El expresidente aterrizó en un jet privado con matrícula CP-2970, modelo Cessna Citation II, de la empresa Aeroeste. Lo hizo junto con el senador Leonardo Loza. Luego, ambos se dirigieron al lugar asignado a la comitiva de recepción, donde había legisladores y exautoridades, así como bailarines y una banda de música.
El director nacional de operaciones de Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol), Wilson Sangueza, informó a Correo del Sur Radio FM 90.1 que este recibimiento estaba permitido y que se lo hizo en el área de circulación de personas y vehículos de la terminal aérea.
Afirmó que la actividad fue autorizada tras una solicitud y “considerando la gran cantidad de gente” que estaba esperando al expresidente Morales. Puntualizó que ingresaron 20 personas, aunque en la transmisión en vivo de Kawsachun Coca se puede observar a muchas más en el recibimiento.
“No hubo fiesta”
Para Sangueza en el aeropuerto “no hubo una fiesta”, aunque sí admitió que bailaron y comieron, pero en “un área pública con acceso irrestricto”, como la sala de llegadas, donde también “los diferentes movimientos que esperaban (a Morales) le ofrecieron un refrigerio que duró unos 15 a 20 minutos”.
Consultado si estas actividades están permitidas para otros expresidentes, mencionó que se debe realizar una “solicitud por lo menos verbal”.
“Si hay una solicitud y una considerable cantidad de gente, en coordinación con las autoridades del aeropuerto, se le puede dar una atención; sin embargo, tiene que haber una solicitud por lo menos verbal para poder atender, le reitero no se realizó ninguna fiesta, no hubo ninguna fiesta. El señor Evo Morales desembarcó con absoluta normalidad, como si fuera un pasajero común y corriente”, señaló.
“Está garantizada la seguridad”
Sobre la participación de los funcionarios de Naabol en el recibimiento a Evo, indicó que dos ingresaron con las personas y se encargaban de la seguridad.
En los videos, efectivamente sí se observa que hay trabajadores de Naabol evitando que las personas se acerquen a la pista de aterrizaje y donde estaba estacionado el jet privado, pero también se evidencia a otros tomando fotografías y videos a la recepción.
Apuntó que en Naabol “estamos bajo una norma y está garantizada la seguridad del aeropuerto”; sin embargo, no supo precisar de forma general que indica la normativa sobre este tipo de actividades en terminales aéreas.