De acuerdo con la OMS la cantidad de muertes de madres y bebés no ha disminuido desde el 2015 debido a la poca inversión en el sector salud materno-infantil y un estudio de la ONU reveló que la mayoría de estas muertes son prevenibles
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que cada siete segundos una mujer o un bebé mueren por causas prevenibles o tratables mediante atención sanitaria adecuada, por lo que anualmente suman 4,5 millones de muertes, cifra que no disminuye desde hace ocho años.
De acuerdo con un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la mayoría de las muertes de estas mujeres embarazadas, madres y bebés recién nacidos son provocadas por la falta de inversiones suficientes en el sector médico materno-infantil, las cuales han disminuido en países pobres.
Un ejemplo expuesto por la ONU es el de África subsahariana, en donde más de las tres cuartas partes de los países han reducido el financiamiento para la salud materna y neonatal debido a diversos tipos de conflictos desde el 2018, como el aumento de la pobreza, la agudización de las crisis humanitarias y los efectos de la pandemia de Covid-19.
El índice de mortandad es mayor en los bebés que en las madres
De acuerdo con las cifras de la OMS anualmente se contabilizan alrededor de 290,000 muertes maternas, mientras que 1,9 millones de bebés mueren después de las 28 semanas de embarazo y 2,3 millones de neonatos mueren durante su primer mes de vida.
Sin embargo, la última encuesta sobre los impactos de la pandemia en los servicios de salud, demostró que una cuarta parte de los países todavía registran interrupciones en la atención durante el embarazo y el periodo posnatal, así como en los servicios vitales para niños enfermos.
Por su parte, el director de Salud Materna, Neonatal e Infantil de la OMS, Anshu Banerjee, calificó las tasas de mortalidad como “inaceptablemente altas” e hizo un llamado para aumentar los recursos y así revertirlas.
“Si queremos ver resultados diferentes, debemos hacer las cosas de manera diferente. Ahora se necesitan más inversiones y más inteligentes en atención primaria de la salud para que todas las mujeres y bebés tengan acceso a la salud y la supervivencia dondequiera que vivan”, dijo Banerjee.
La pobreza es el factor más determinante
Al ser un problema mundial, la pérdida de vidas no es igual en todos los países, y es mucho más elevada en las naciones pobres o en situación de emergencia. Menos del 60 por ciento de las mujeres reciben siquiera cuatro controles prenatales de los ocho recomendados por la OMS, esto en los países más afectados de África subsahariana y Asia central y meridional, las regiones con la mayor carga de muertes maternas y neonatales.
Julitta Onabanjo, directora de la División Técnica del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), afirmó que “es vital que eliminemos los factores subyacentes que dan lugar a resultados de salud materna deficientes, como las desigualdades socioeconómicas, la discriminación, la pobreza y la injusticia”.
Los factores a tomar en cuenta para disminuir las tasas de supervivencia es que las mujeres y los bebés deben tener una atención médica accesible y de buena calidad antes, durante y después del parto, así como el acceso a servicios de planificación familiar.
Otro factor es capacitar mejor a los trabajadores de la salud y que cada vez sean más calificados, específicamente las parteras, además de medicamentos y suministros esenciales, agua potable y electricidad confiable.
El informe enfatiza que las intervenciones deben dirigirse especialmente a las mujeres más pobres y aquellas en situaciones vulnerables que tienen más probabilidades de perder la atención vital, incluso a través de la planificación e inversiones subnacionales críticas.
