Los habitantes de un pueblo del noroeste de Siria vivieron en carne propia un milagro al encontrar a una niña recién nacida.
Los habitantes de un pueblo del noroeste de Siria vivieron en carne propia un milagro al encontrar a una niña recién nacida que lloraba y cuya madre aparentemente la dio a luz cuando estaba enterrada bajo los escombros de un edificio de cinco pisos aplanado por el terremoto, dijeron familiares y un médico el martes.
Cuando la hallaron, la bebé estaba enterrada y todavía unida a su madre muerta por el cordón umbilical. Es la única de su familia que sobrevivió al derrumbe del edificio el lunes en la pequeña población de Jinderis, cerca de la frontera con Turquía, de acuerdo con la información recaba por la agencia The Associated Press.
Los rescatistas la encontraron el lunes por la tarde, 10 horas después del sismo; una vecina cortó el cordón y la llevaron a un hospital de niños en la localidad vecina de Afrin, donde la colocaron en una incubadora.
Un verdadero milagro que la bebé sobreviviera
Su temperatura corporal había caído a 35 grados Celsius y tenía varias contusiones, pero su estado era estable, de acuerdo con el hospital que la recibió.
El médico calculó por la temperatura que nació unas tres horas antes de que la encontraran.
Los terremotos en Turquía y Siria
El primer terremoto de magnitud 7,8 el lunes al amanecer, seguido de varias réplicas, causaron la destrucción generalizada en el sur de Turquía y el norte de Siria.
La cifra de muertos superó los 6,300 este martes y sigue aumentando a medida que se encuentran más cadáveres.
Jinderis, en un enclave en poder rebeldes en el noroeste de Siria, sufrió la caída de varios edificios.
El pueblo fue escenario de otro rescate dramático el lunes por la noche, cuando se extrajo a una niña con vida de los restos de un edificio.
Un video del servicio de emergencias Cascos Blancos muestra a un rescatista apartando trozos de hormigón y hierros retorcidos hasta que aparece la niña, llamada Nour.