Una hembra de cebra de Grevy, una especie a riesgo de extinción con solo 2.700 ejemplares en el mundo, nació en la noche del 2 al 3 de septiembre en el Bioparco de Roma, que hoy presentó oficialmente el pequeño ejemplar, que se encuentra en excelentes condiciones.
La madre, Bella, hizo todo sola y por la mañana los guardianes del departamento de herbívoros encontraron al pequeño de pie, alerta y en excelente salud; desde entonces permanece al lado de su madre, quien la amamanta, y aunque por ahora el color de sus rayas es más tendente al marrón, cuando sea adulto tomará un color blanco-negro.
Bella nació en 2006 en el Parco Natura Viva (Verona), mientras que el padre, Kye, no vive en el Bioparco desde junio, cuando fue trasladado al zoológico de Ostrava (República Checa) como parte de un proyecto de conservación de la especie dada la importancia de la línea genética de las dos hembras presentes en el zoológico romano.
En comparación con la cebra común, la cebra de Grevy tiene rayas más estrechas, finas y densas, es más alta y además tiene orejas más grandes.
“Estamos muy contentos por este nacimiento pues contribuye a los programas de conservación de esta especie, considerada en grave riesgo de extinción”, explicó la presidenta de la Fundación Bioparco, Paola Palanza.
De hecho, la cebra de Grevy figura en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación (UICN), que es el inventario más completo del estado de conservación de especies de animales y plantas a nivel mundial.
Según la UICN, la población de Grevy ha sufrido una reducción del 80 % en los últimos treinta años y actualmente solo hay unos 2.700 animales presentes en la naturaleza.
Así lo confirma el responsable zoológico del bioparco romano, Yizhak Yadis, que explicó la importancia de este nacimiento para mantener una población sana de esta especie en cautiverio y pensar “en una eventual liberación cuando las condiciones lo permitan”.
Porque, comentó, “estos animales en cautividad son muy importantes genéticamente hablando. En Europa hay entre unos 235 ejemplares de esta especie, mientras que quedan únicamente entre 2.700 y 2.800 animales que están en la zona árida de Kenia, donde hay una gran competencia con la ganadería, para procurarse comida”.
“En esa zona no ha llovido desde hace dos años y esto significa que estos animales sufren muchas dificultades, porque no crecen los prados y por tanto no hay comida, por ello el Bioparco de Roma, entre muchos otros zoológicos europeos, donó el año pasado miles de euros para comprar heno para salvar a la población”, agregó el experto.