La escasez de surtidores y la necesidad de combustible para vehículos o motocicletas indocumentadas son factores que apoyan lo ilegal. Es una situación que se da a la vista de todos.
Puestos de venta ilegal de combustibles sobre avenidas, en puestos improvisados y hasta en mercados, como si fuera un producto de la canasta familiar. Esa es la situación que se refleja en las provincias cruceñas, en un contexto en el que se advierten fallas en el abastecimiento y filas en los surtidores. Hay quienes se aprovechan y venden el litro hasta por Bs 25, ejemplo advertido en Ascensión de Guarayos.
Según especialistas, esta situación deriva de dos razones, el desabastecimiento y la subvención que hace más lucrativo el negocio, porque trae jugosas ganancias para aquellos que lo revenden en grandes o pequeñas cantidades.
En un recorrido por la zona este del departamento de Santa Cruz, la venta de gasolina está en la carretera de día y de noche y a la vista de todos, tema que también se replica en regiones productivas como San Julián, Cuatro Cañadas y Pailón.
En estas regiones, el registro de filas, de galones y de vehículos en surtidores es impresionante porque no hay combustible, pero que se puede encontrar a un precio mayor, entre los Bs 8 y Bs 10, cifra que está lejos de los Bs 3,74 de combustible subvencionado.
En Ascensión de Guarayos, una zona productora y ganadera, según datos de la Intendencia Municipal, son más de 200 las personas que se dedican a la reventa de combustible, quienes buscan la manera de sacarlo del surtidor a un precio oficial y se vender hasta por Bs 25, negocio que no es controlado ni fiscalizado.
“Aquí en Ascensión de Guarayos se ha visto mucho lo que es la reventa de gasolina. Pedirles control a los dueños, a los que venden en el surtidor, ellos conocen quiénes son los revendedores aquí en el pueblo y aun así les venden”, lamenta el asambleísta Roberto Urañavi.
Pero ¿cómo sale el combustible del surtidor y termina en manos de los revendedores? La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) dio sus criterios, así como también activó operativos para dar con los revendedores.
Con las evidencias, autoridades deciden dar un golpe al micro contrabando de gasolina y diésel se logra dar con varios puntos de venta ilegal, algunos de ellos ubicados en mercados y avenidas, también fueron intervenidos.
Según la norma, el combustible secuestrado pasa a manos de YPFB, pero según el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, el problema no termina mientras siga el desabastecimiento de combustible.
En las provincias, la escasez de surtidores y la necesidad de combustible para vehículos o motocicletas indocumentadas son factores que apoyan lo ilegal, situación que debe ser combatida por las instituciones llamadas por ley, de acuerdo con su criterio.