Tras el reconocimiento de algunos de los responsables del ataque terrorista, tal como se señala en el reporte oficial, se presume que haya sido un plan del grupo Katiba Macina, o Frente de Liberación de Macina.
El presidente de la nación, el coronel Assimi Goita, declaró tres días de duelo nacional en recordatorio a las víctimas y solidaridad con sus familiares.
Los ataques se produjeron en los poblados de Diaweli, Dessaguou y Dilassaguou, siendo este último el más afectado
El presidente expresó que los autores del crimen que arreció, en su mayoría, con jóvenes, «no quedarán impunes» y que por tal razón, las fuerzas policiales continuarán con “la búsqueda y destrucción de santuarios terroristas”.
Malí se encuentra en una crisis nacional
Mali se encuentra bajo el mando de un estado de transición tras dos golpes de estado en menos de un año, que dejaron al norte y al centro del país sin ministerio gubernamental, lo que aumenta la posibilidad de ataques violentos.
Asimismo, miembros de la etnia dogón que predomina la región de Bandiagara-Bankass, donde ocurrió el ataque. Tras los acontecimientos, llevan varios meses exigiendo al Gobierno una reacción ante la ola terrorista sin recibir una respuesta concreta.
En los primeros tres meses de este año, al menos 543 civiles murieron en actos de violencia perpetrados en diferentes regiones de Mali; tres veces más que en el trimestre anterior, según la Misión de la ONU en el país africano.
El estado de Malí, que se encuentra en un proceso transitorio tras dos golpes militares en lo que va del año 2022. No controla grandes zonas del país, concretamente del norte y del centro; donde la administración central está prácticamente ausente mientras aumentan los atentados perpetrados por diferentes grupos yihadistas.