Las gimnastas Mariana Espejo y Tamara Rocha ya están en Bolivia, aún agotadas por el trajín que significó la experiencia de los XIX Juegos Bolivarianos Valledupar 2022, pero también con la agenda apretada por las diferentes entrevistas que deben atender tras la obtención de la medalla de oro en Colombia en la prueba de trampolín sincronizado.
“A mí se me llenaban los ojos de lágrimas porque ha sido un momento muy emocionante”, relató Mariana. Por su parte, Tamara comentó que aún estaban shockeadas por el resultado, pero al escuchar el himno se dispuso a cantarlo “a todo pulmón”.
Quien vio de cerca el esfuerzo de la dupla fue Adalid Zacari, su entrenador. “Ado”, como lo llaman las chicas, contó que, aunque ese momento fue corto, verlas en el estrado significó una retrospectiva de todo lo vivido desde que ellas empezaron a entrenar.
“Es algo que tenían que cosechar tarde o temprano”, aseveró Zacari.
Los ocho años de entrenamiento permitieron que la dupla forje su mayor fortaleza para quedarse con la presea dorada: la experiencia. Zacari aseguró que este fue el factor fundamental para que sobrepasen en puntuación a Colombia y Venezuela.
Pero Mariana también destacó el aspecto mental, algo en lo que trabajó y transmitió al equipo. “Nunca tienes que ir por la plata, sino por el oro. Entras con otra actitud”, contó la gimnasta, quien además explicó que, en muchas ocasiones, los deportistas omiten este tipo de preparación.
“Mariana días antes nos decía ‘vamos a ganar el oro’ y yo estaba un poco sorprendido. Ella se lo tomaba más en serio que nosotros”, dijo el instructor. A esto se sumó el impulso de Nazur Nemer, atleta de levantamiento de pesas, que obsequió unas cintas con la bandera boliviana y les señaló a todos a quienes regaló esa manilla que ganaban algo. Y así fue.
Una disciplina de 9 años
A diferencia de países como Brasil o Argentina que ya practican esta modalidad de gimnasia hace 50 y 70 años, respectivamente, la gimnasia trampolín es una modalidad relativamente nueva en Bolivia en la que también se trabajan acrobacias, y en el caso del sincronizado, la coordinación con la pareja.
Esta se constituye en una alternativa más que propone la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) para personas que quizás tienen temor de practicar en algún aparato, en el caso de la gimnasia artística, o para que trabajen la flexibilidad como en la rítmica.
Ese fue el caso de ambas gimnastas que desde sus tres años practicaron gimnasia artística, y se arriesgaron a un cambio radical.
El inconveniente que sobrellevan hasta ahora es la falta de escenarios y trampolines para sus entrenamientos. El equipo relató que ahora cuentan con el apoyo del gimnasio del colegio Alemán Mariscal Braun, pero en cada uno de los seis días de entrenamiento que tienen a la semana, dedican al menos 45 minutos al armado de cada trampolín.
Aspectos como este hacen que se valore aún más el logro obtenido en Valledupar. “Hemos pasado por mucho para lograr algo así y va a quedar siempre grabado en nuestra cabeza”, puntualizó Zacari.
AMPLIA VENTAJA SOBRE OTRAS DUPLAS
Tamara Rocha y Mariana Espejo lograron el oro con una puntuación de 24.860, con una dificultad de 4.400, por encima de Colombia que obtuvo la plata tras registrar 12.500 puntos y Venezuela quedó con el bronce después de puntuar 4.460.
Espejo consiguió la medalla de plata en la modalidad individual con un puntaje de 44.430, por debajo de Katish Hernández (COL) y superó a Rebeca Cordero (VEN).
ESPEJO: “QUE EL APOYO NO SEA SÓLO AHORA QUE GANAMOS LA MEDALLA”
Paola Pérez Araníbar
Tras la obtención de la medalla de oro, Mariana y Tamara esperan que instituciones y autoridades reconozcan que hay talento en el país y que se puede lograr mayores triunfos si cuentan con el respaldo adecuado.
Durante años, la participación de Bolivia con distintos deportes en múltiples eventos careció de apoyo. Esto derivó en que atletas y entrenadores pierdan alguna expectativa al respecto.
“No me enfoqué en eso porque son muchos años en los que hemos ido y no obtuvimos nada”, aseguró el entrenador Adalid Zacari , respecto a los incentivos económicos que prometió la viceministra de Deportes, Cielo Veizaga, días antes del viaje del Equipo Bolivia a Valledupar.
Independientemente del monto que reciban, la dupla y su entrenador coinciden en que este no debe resumirse únicamente a quienes obtienen una medalla, pues existen necesidades que los deportistas deben cubrir durante su preparación.
“No solo con nosotras sino con todos los deportistas; la preparación es costosa”, explicó Mariana, quien recalcó que se erogan gastos en la alimentación, atención médica y otros.
Para Tamara, el roce internacional es fundamental, pues aseguró que ganar experiencia es vital para la formación de cada atleta.
A esto deben sumarse los implementos que utilizan para cada disciplina. El instructor contó que, tras saber de este reconocimiento económico, ambas gimnastas habían calculado si les alcanzaba para comprar un nuevo trampolín, pero ellas definirán el destino de estos recursos para su preparación.
Agregó que para conocer las necesidades que tienen, las autoridades deben ver los entrenamientos. “Que vengan y nos ayuden a armar los trampolines”, dijo Zacari.
