Las mafias de robo de vehículos que operan en el norte de Chile y que luego internan los autos hacia territorio boliviano ya no fuerzan los sistemas de arranque de los mismos sino que utilizan computadoras con escáneres que clonan las claves y permiten activar el motor.
Esos ladrones, dijo el diario chileno El Mercurio, no recurren a métodos rudimentarios “como forzar el sistema de arranque del vehículo”, sino que utilizan “aparatos tecnológicos, especialmente escáneres y computadoras portátiles que permiten clonar las claves y activar el motor para sustraer los automóviles rápidamente”.
Esos programas de computadora son de fácil acceso y pueden costar menos de 2.000 dólares.
Por ello, el capitán de carabineros Fernando Fierro, jefe de la sección de encargo y búsqueda de vehículos de la prefectura de Antofagasta, considera que el modus operandi de las bandas criminales ha evolucionado considerablemente.
En los últimos meses se han producido sonados casos de robo de autos chileno en el norte de Chile que luego ingresaron a territorio boliviano. Uno de los ejemplos más impactantes de esta problemática ocurrió en el altiplano boliviano, cerca de Challapata, cuando un propietario de un camión robado el 26 de junio resultó baleado en Bolivia mientras intentaba recuperarlo. Quedó hemipléjico,
Estos casos de robos se han convertido en una realidad habitual, con la alarmante participación de policías bolivianos en el blanqueo de los vehículos robados en Chile, según revelan investigaciones policiales.
La situación se ve agravada por la existencia de unos 70 pasos clandestinos en la frontera entre ambos países, lo que facilita la sustracción y el traslado de los vehículos robados, recordó El Mercurio.
La velocidad con la que los delincuentes trasladan los vehículos hacia Bolivia es sorprendente, en gran medida debido a las características geográficas que favorecen una rápida huida desde la ciudad de Antofagasta hacia la frontera. Un trayecto de aproximadamente tres horas y media o cinco horas es suficiente para que los autos robados crucen la frontera y se vendan como autos “chutos” en el mercado boliviano.
El aumento de esta actividad delictiva ha llevado a la aparición de rastreadores de camiones y automóviles robados en la región de Antofagasta. Empresarios locales contratan a estos rastreadores, que intentan ubicar los autos y devolverlos, a cambio de un dinero.