El encuentro entre el líder brasileño y el presidente ucraniano fue el primero presencial de los dos mandatarios desde el inicio de la guerra, aunque ya habían conversado en marzo por videoconferencia
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, le dijo el miércoles a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que Brasil dialogará con quien sea necesario para lograr una solución pacífica al conflicto entre Ucrania y Rusia, en el encuentro que tuvieron paralelo a la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En una rueda de prensa al término de la reunión, el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, señaló que con esos acercamientos incluso se podría iniciar «alguna conversación directa entre las dos partes involucradas» y hasta habló de un posible encuentro de Lula con el presidente ruso, Vladímir Putin.
«El presidente Lula ya se ha encontrado en el pasado numerosas veces con el presidente Putin. Si se dan las condiciones, si se tiene esa posibilidad, no tengo duda que se encontrarán», dijo el canciller al ser cuestionado sobre si Lula se reuniría con el mandatario ruso después de su encuentro con Zelenski.
El encuentro entre el líder brasileño y el presidente ucraniano fue el primero presencial de los dos mandatarios desde el inicio de la guerra, aunque ya habían conversado en marzo por videoconferencia.
Lula coincidió con Zelenski en mayo pasado en la Cumbre del G7 celebrada en la ciudad japonesa de Hiroshima y, aunque habían acordado encontrarse personalmente, la reunión no ocurrió por unos alegados «problemas de agenda».
El mandatario brasileño, que asumió el poder el pasado 1 de enero, surgió desde entonces algunas iniciativas para alcanzar la paz tras la invasión rusa a Ucrania, que no han sido bien recibidas ni por las potencias occidentales ni por el propio Zelenski.
Según Lula, debería ser creado un grupo de países que propicie un diálogo entre Ucrania y Rusia, lo cual no fue aceptado, entre otros, por Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Zelenski, que consideran que se pondría en pie de igualdad al país invasor y al país agredido.