En la última década un objeto que se ha hecho indispensable dentro de los hogares es el router (o conocido coloquialmente como WiFi), su ubicación es vital para el buen funcionamiento de este aparato.
Tras haber confirmado de que no se trata de ningún problema con alguna avería externa, debes situarlo en un lugar central de la casa, para que las ondas puedan distribuirse de forma armónica por el recinto.
Aunque un router no sea precisamente un elemento realmente vistoso y lo queramos esconder a simple vista, jamás debes guardarlo, ni en un cajón, ni en un armario ni en cualquier otro lugar.
El router debe estar a simple vista, sin ningún obstáculo a su alrededor, para que no sea bloqueada su señal WiFi.
De esta forma no sitúes jamás el router en una de tus habitaciones del extremo o cerca de la puerta de la calle. Intenta situarlo en el punto central de tu casa como puede ser el salón.
Jamás se debe colocar el router junto a la pecera. Se ha comprobado, que la pecera bloquea y absorbe todas las ondas, por lo que si lo tienes ahí situado, seguramente estés navegando a menor velocidad.
No solo la pecera, tampoco debes dejar el router cerca de aparatos eléctricos dado que pueden interferir en la señal, y no se te ocurra poner el router en la cocina, porque se trata del peor lugar de toda la casa.