Si bien la controversia fundamental entre Bolivia y Chile es un “acceso soberano al océano Pacífico”, la nación vecina se apoderó de las aguas que quiso, como es el caso del “trasvase o desvío del río Lauca y la realización de obras civiles en el manantial de Quetena Chico (Silala) para canalizar el agua rumbo a territorio chileno, afirmó el investigador Víctor Hugo Chávez.
El estudioso, involucrado con los temas de la demanda marítima y el Silala, rechazó algunas apreciaciones respecto a que “ingresaría más agua de Chile al país y no a la inversa” al sostener que no estaban en litigio otras aguas.
“Eso de decir que entra más agua de Chile a Bolivia no tiene relación alguna con este litigio. En éste estaban en controversia las aguas del Silala, no otras aguas. Si de aguas quieres preocuparte, pues reclamemos las del Lauca, desviadas en 1962”, aseguró Chávez.
Controversia
Si bien la controversia fundamental entre Bolivia y Chile es un “acceso soberano al océano Pacífico”, la nación vecina se apoderó de las aguas que quiso, como es el caso del “trasvase o desvío del río Lauca y la realización de obras civiles en el manantial de Quetena Chico (Silala) para canalizar el agua rumbo a territorio chileno”. “El principal es el Lauca, que ha sido desviado y tiene siete veces más de capacidad, cantidad de agua que el Silala. Es mucho más importante, pero Bolivia está calladita respecto a esta reclamación”, indicó.
Río Lauca
De acuerdo con los estudios de Chávez, el desvío del río Lauca fue descubierto en Bolivia de manera casual en 1921, ante una petición de informe escrito planteada por el entonces diputado boliviano Ernesto Fricke Lemoine a los ministros de Relaciones Exteriores y de Guerra “sobre los fundamentos que tiene la denuncia de la prensa local de practicarse trabajos por una comisión de ingenieros extranjeros para la desviación de las aguas del río Lauca en la provincia de Tarapacá”.
Por lo que Chávez explica que, pese a conocerse desde 1921, Bolivia no hace nada para interponer una demanda debido a que estaban inmersos en una posible negociación por una salida soberana al mar.
“Pese a que han visto y sabían que había obras de desviación del Lauca, que se llama trasvase en el término técnico, no hicieron nada pensando que iban a perjudicar”, indicó.
Derecho internacional
El río Lauca es una corriente de agua sucesiva y, por tanto, su aprovechamiento está sujeto a terminantes disposiciones del Derecho Internacional.
Existe una limitación de soberanía en el uso y disfrute de aguas sucesivas internacionales en razón del derecho de propiedad poseído por el Estado inmediato vecino sobre la porción de aguas que ingresan a su territorio.
“Debido a esta limitación de soberanía, el estado del curso superior no puede unilateralmente y por su sola voluntad hacer uso de las aguas o aprovechar parte su caudal, sin el expreso consentimiento del estado del curso inferior”, refieren estudios.
Chile desvió el curso del río Lauca
Pese a que se trata evidentemente de un río Internacional de curso sucesivo entre dos países, Chile procedió al desvío de las aguas del río Lauca en la cantidad de 2,75 m3/s o su equivalente 2.750 l/s, hecho consumado el 14 de abril de 1962.
“La desviación del río Lauca analizada en cuanto a sus antecedentes o hechos nos demuestra que Chile actúa al margen de toda determinación internacional, que incumple acuerdos sobre la temática y que de manera abusiva logra hacerse ‘por la razón o por la fuerza’ de las aguas que pertenecen a Bolivia, más por la fuerza que por la razón sea aclarado”, refiere en su tesis “Efecto económico para Bolivia por la desviación del río Lauca”, el abogado y economista Víctor Hugo Chávez.