Llega Abrão, un cuestionado activista allegado al MAS y Evo

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FUE SECRETARIO DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

Identifican al brasileño como el causante de dañar la imagen de la CIDH. Presentó un informe parcial sobre los hechos de 2019. Ahora fue invitado por el Gobierno.

Después de dos años vuelve a Bolivia, por invitación oficial del Gobierno nacional, el activista brasileño Paolo Abrão, quien hasta 2020 fue secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Abrão es conocido por su abierta inclinación a la izquierda populista, muy allegado a Evo Morales y con denuncias internacionales de “acoso laboral” que le impidieron continuar en la CIDH.

“Bienvenido Paulo Abrao!!!”, escribió el ministro de Justicia, Iván Lima, en su cuenta de Twitter junto a un video donde se ve a Abrão en su visita a Bolivia en 2019 en una marcha de protesta.

Fue precisamente el Gobierno, a través del Ministerio de Justicia, que invitó a Abrão y a un grupo de “expertos” de “Artículo 19” que se define como “una organización independiente y apartidista.

¿Quién es Paulo Abrão?

El brasileño es reconocido porque fue secretario ejecutivo de la CIDH entre 2016 y 2020, tras lo cual el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, frenó su recontratación en el cargo porque tenía más de 60 denuncias de “acoso laboral” de empleados de la CIDH, además de un “escándalo político”, cita El País de España.

En relación a su papel en Bolivia, antes de su alejamiento de la CIDH, Abrão presentó un informe respecto al conflicto poselectoral de Bolivia en el que señala que hubo masacres tanto en Sacaba como en Senkata, y que incluso existen indicios de ejecuciones extrajudiciales.

Para muchos expertos, el informe de Abrão fue sesgado, incompleto y no tomó en cuenta todos los hechos de octubre y noviembre de 2019, sólo valoró los que le dio el MAS.

“Abrão no consideró los 12 muertos y centenares de heridos a bala, piedra y palo que dejó Evo Morales en octubre de 2019, antes de abandonar el gobierno, y se abocó a condenar la muerte de una veintena de jóvenes en Senkata y Sacaba como los únicos hechos de ese noviembre de terror. No condenó los incendios de casas, entre ellas la de Waldo Albarracín, y un centenar de buses municipales”, observó la periodista Amalia Pando en un artículo de Brújula Digital.

Hace dos meses, el brasileño a través de su cuenta en Twitter felicitó al Gobierno de Bolivia por procesar penalmente a los jóvenes de la Resistencia Juvenil Cochala por los hechos de noviembre de 2019 y 2020.

“La Resistencia Juvenil Cochala (RJC) es grupo armado paramilitar, grupo criminal corresponsable por las masacres y violencia generalizada del golpe de 2019. Excelente ejemplo del gobierno Bolivia”, se lee en el post del activista.

El exembajador de Bolivia en la OEA Jaime Aparicio también observó el papel del activista brasileño en la CIDH, dijo que convirtió a la entidad en un brazo político dañando su imagen internacional, es más, recordó que todas las denuncias de violación de derechos humanos como el caso de Chaparina, el Hotel Las Américas o las denuncias contra Evo Morales, no las tomó en cuenta.

“En la gestión de Abrão convirtió la CIDH en una ONG de la izquierda populista, en un brazo del grupo de puebla. No tiene las cualidades morales para referirse a Bolivia, en su gestión no se vio ningún caso de Bolivia, se paralizaron todos los casos de denuncias sobre violaciones de derechos humanos que cometió Evo Morales desde Chaparina, el Hotel Las Américas y todos los casos que se presentaron con pruebas jurídicas, fueron desplazados por Abrão, y despertó solo cuando renunció Evo Morales ignorando el fraude electoral y presentó un informe totalmente parcializado, sin independencia y que ha tergiversado los hechos de violencia”, afirmó Aparicio.

Para el exembajador y experto en relaciones internacionales, la presencia del activista de la izquierda populista por invitación del Gobierno es para fortalecer la línea ideológica del MAS frente a los constantes cuestionamientos en el manejo de la justicia.

“La Resistencia Juvenil Cochala es un grupo paramilitar, criminal, corresponsable de las masacres”.
Paulo Abrao
“Abrao paralizó todas las denuncias de violación de derechos humanos contra Evo Morales”.
Jaime Aparicio

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