Este miércoles será feriado con suspensión de actividades en todo el país. ¿Cuál es el origen de esta fiesta y cómo llegó a convertirse en una celebración nacional?
1. El 21 de junio es el solsticio de invierno en el hemisferio sur y por lo tanto en Bolivia. En la cultura andina, esta fecha es el nuevo año porque el sol está en su punto más alejado de la tierra y es el día más corto y la noche más larga del año.
2. En la cultura aymara esta festividad lleva el nombre de “Willka Kuti” o “retorno del sol”, marca la finalización de la cosecha y el inicio de un nuevo ciclo agrícola, por lo que también constituye una especie de solicitud de permiso a la Pachamama para agradecer por los beneficios de la tierra y prepararla para una nueva etapa de producción.
Celebración de la cultura aymara
3. También los indígenas de tierras bajas, en el oriente boliviano, conmemoran esta fecha, una celebración que se conoce como el Lucero del Alba. Se trata de una fecha importante para la cultura guaraní, que también hace énfasis en la importancia del cambio de estación. Es en el amanecer de ese día cuando se celebra la ceremonia espiritual “Köe Mbiya”.
La cultura guaraní celebra el Lucero del Alba
4. En Bolivia este día es feriado nacional desde 2009, año en el que se firmó el decreto supremo 173 que determina la suspensión de actividades públicas y privadas en todo el país. Al ser una festividad nacional y cultural de relevancia para occidente y oriente pasó conocerse como el Año Nuevo Andino-Amazónico.
Es el único de todos los feriados nacionales que es inamovible, por lo que si cae en domingo no se traslada a lunes.
Celebración del Año Nuevo Andino-Amazónico en el Salar de Uyuni
5. Esta fecha fue reconocida por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en 2019 se aprobó por unanimidad la Resolución propuesta por Bolivia, Perú y Ecuador que señala el 21 de junio como “Día Internacional de la Celebración del Solsticio en sus diferentes manifestaciones”.
La resolución aprobada, considera la celebración de este fenómeno natural del solsticio, como “una expresión de la unidad del patrimonio cultural y de tradiciones milenarias que ayuda considerablemente a fortalecer los vínculos entre los pueblos a partir del respeto mutuo y los ideales de la paz y la buena vecindad”.